Por: Carlos Meneses

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“El nuevo escándalo provocado por el ministro de Salud pública no será el último del gobierno del presidente Castillo”.

A las acusaciones fiscales que motivaron que el gobierno del presidente Castillo dirigiera una solicitud a la Organización de Estados Americanos (OEA), para el envío de una misión que procurase evitar un intento de golpe en el Perú, los visitantes deberán agregar el escándalo que significa la destitución del ministro de Salud pública, Jorge López, por conseguir recursos con los que financiaría la adquisición de un bien inmueble en favor de 2 hijas de su anterior compromiso y con el concurso habilidoso del director de una clínica amiga.

La denuncia formulada en un programa periodístico de Latina Televisión provocó que Castillo cesará en funciones al ministro citado y comenzará a buscar un sucesor para la cartera vacía.

Un escándalo que se agrega a los que ya el Congreso sumará y probablemente termine por inquietar a los miembros de la misión que no sabemos qué harán para resolver el problema que el 65 % de los peruanos creen tener un presidente y un gobierno corrupto.

Estamos seguros que al retorno de la semana de representación los parlamentarios verán el tema del voto de censura al ministro de Relaciones Exteriores por mentir cuando le dijo a alto dignatario del Vaticano que el motivo de negar autorización a Castillo para ir a la Santa Sede fue la posición asumida por este sobre la guerra entre Rusia y Ucrania.

Está claro que la misión de la OEA se encontrará dificultades para intervenir en el país ante lo que encuentre y las explicaciones que reciba del gobierno, del Congreso, del periodismo nacional y de los constitucionalistas. Ojalá hallen el hilo de la madeja para poder realizar el propósito de su presencia y conseguir, de alguna manera atender el asunto que le confiaron.