Problemas mentales se agravan y psicólogo debe ser médico de cabecera
Por: Roxana Ortiz A.
Si la salud mental de la población de por sí era un problema antes de la pandemia de la COVID, ahora la situación está mucho peor luego de esta enfermedad que causó la muerte de miles de personas en Arequipa y que dejó con serias secuelas mentales en sus familiares y el resto de la población que temía fallecer con los contagios, el confinamiento, la ausencia total de las relaciones sociales, entre otras disposiciones que se dieron para minimizar los contagios.
El jefe del Servicio de Psiquiatría de EsSalud Arequipa, Guillermo Valdez Lazo, informó que la depresión es el principal problema de salud mental que se atiende en el hospital nacional Carlos Alberto Seguin Escobedo y le sigue la esquizofrenia, el trastorno de ansiedad y el trastorno por consumo de sustancias; enfermedades que requieren un tratamiento determinado por un médico de la especialidad de psiquiatría.
“Es necesario que los pacientes o sus familiares directos, entiendan que estas enfermedades requieren de la intervención de un especialista para su tratamiento y no buscar soluciones empíricas por sus propios medios que al final lo único que logran es empeorar sus cuadros clínicos”, detalló el galeno.
El Comité de Salud Mental de la Red Asistencial de EsSalud Arequipa precisó que se busca eliminar los estigmas equivocados de la población hacia los pacientes psiquiátricos, por ser el mayor obstáculo de las personas que buscan tratamiento por sentirse discriminadas con valoraciones injustas e inexactas. Señalan que acudir a un psicólogo o psiquiatra, por el contrario, debería ser un signo de buena salud mental, pues se está recibiendo la ayuda especializada como para que el problema no pase a mayores.
Por su parte Juan Pacheco Salazar, presidente del Comité de Salud Mental de la Red, informó que con frecuencia la sociedad lo relaciona con ciertas circunstancias y calificativos que generan indisposición en los pacientes con problemas en su salud mental.
Menciona entre ellos, el estigma social o público, que se manifiesta en creencias o actitudes discriminatorias negativas sobre las afecciones mentales promovidas en el grupo cultural de uno o en la sociedad en general.
También la auto estigmatización que se da cuando la persona internaliza las actitudes sociales negativas sobre las afecciones de salud mental o el estigma institucional en las políticas institucionales gubernamentales y privadas que discriminan voluntaria o involuntariamente a las personas con afecciones de salud mental.
Con la pandemia las enfermedades se agravaron y muchas personas terminaron con cuadros depresivos graves, estrés permanente, asociados también a la violencia familiar que terminan en feminicidios o suicidios, porque no se encuentra la ayuda necesaria como para detectar la enfermedad y seguir un tratamiento.