En obras de Yanahuara descubren vestigios de lo que pudo ser edificio prehispánico
Por: Roxana Ortiz A.
Al final de Umacollo, cerca la torrentera de El Chullo, comenzaron a aflorar restos de sillares que llamaron la atención del arquitecto William Palomino Bellido, ex gerente de la Oficina del Centro Histórico, quien de inmediato comenzó a buscar información al respecto y determinó que en ese sector pudo haber existido un edificio similar al de la Mansión del Fundador.
“Comparé los planos de 1800 y el plano de 1917 y efectivamente, allí aparece dibujada una edificación. Los planos son registros documentales que permiten alertar en caso que haya una obra y sobre todo subterránea, rescatar y preservar elementos de alto valor, que nos puedan servir para seguir rescatando el pasado”, añadió.
Indicó que conforme se fueron haciendo excavaciones por el lugar, fueron apareciendo una ruma de material en demolición, sillares que estaban superpuestos unos con otros, sin ninguna relación muy lógica, algunos sillares con molduras, lo cual indicaba que en algún momento allí había un edificio.
Hasta el momento sabíamos que Yanahuara estaba circunscrita a su plaza; pero se puede pensar que también había otros edificios por los alrededores, ya que Umacollo, palabra prehispánica, podría ser parte de un camino inca, que ahora es la avenida Víctor Andrés Belaunde, y hasta probablemente era uno de los caminos de la ruta del Capac Ñan, que articulaba los andes con la costa.
Según el especialista, probablemente este edificio se haya construido antes o dentro del mismo siglo IXX y de acuerdo a la Ley General del Patrimonio Arquitectónico, los elementos que sean extraídos se convierten prácticamente en el inmueble y eso evidencia la presencia de un edificio antiguo.
La construcción pudo haber estado a un metro o metro y medio de la actual pista y descarta que sea más antiguo al siglo XVIII, debido a que se puede observar una capa con las cenizas volcánicas blanquecinas del Huaynaputin.
No es improbable que haya existido allí un edificio similar al de la Mansión del Fundador, puesto que la ciudad de Arequipa estaba organizada en una zona urbana, pero también en un área donde habían ranchos, donde estaban los tambos y que servían de refugio o de descanso para quienes hacían largos viajes, para ellos y sus animales, ya que también se dedicaban al comercio.
Explicó que ya el Ministerio de Cultura se ha interesado en el tema, han resguardado algunas piezas de sillares que servirán para investigaciones futuras que puedan contribuir para seguir descubriendo parte de la historia de la ciudad que por ahora se desconoce porque no hay registros escritos; pero que los restos arqueológicos, pueden dar una cercanía de lo que allí existió.