La crisis de la salud en Arequipa
Por: Carlos Meneses
“El nuevo gerente de EsSalud debe ser confirmado en cargo”.
En marzo de 2020 al declararse la emergencia sanitaria en el Perú por la COVID-19 quedó en evidencia la desastrosa situación de nuestro sistema de Salud, la que persiste. El gobierno de entonces demostró no tener recursos económicos, humanos y logísticos para atender a los contagiados. Fallecieron más de 200 mil peruanos.
El gobierno de Sagasti tomó medidas urgentes para conseguir las vacunas que el Perú necesitaba.
En Arequipa los hospitales Honorio Delgado y Carlos Alberto Seguin soportaron el peso de la campaña salva vidas y a pesar que la emergencia oficialmente ha terminado nadie puede estar seguro que no haya una nueva ola.
Entre las deficiencias estaba la falta de organización adecuada para enfrentar un asunto de consecuencias muy graves. También se encontraron héroes de la lucha por salvar vidas, en especial la presencia de un médico de la seguridad social que se dedicó a la habilitación de un lugar de tratamiento en Cerro Juli donde se atendía por igual a asegurados y no asegurados.
Los que llegaron al poder con el presidente Castillo manejan el sector Salud con evidente arbitrariedad e injusticia. Hoy tanto la Gerencia Regional de Salud y EsSalud confrontan problemas semejantes a los de hace 2 años, pero se ha acertado al escoger a quien asume la gerencia de la Red Asistencial Arequipa con el mérito de haber sido uno de los líderes en la salvación de mucha gente, por sus merecimientos profesionales y por el sacrificio que asume. Se trata del Dr. Miguel Barreda de la Cruz, jefe de la UCI del Carlos Alberto Seguin Escobedo, no afiliado a ningún partido y responsable del pabellón de Cerro Juli.