El IGP explora los misterios de la ionósfera
Por: Edgardo Pacheco – Investigador científico del IGP
La primera transmisión de señales de radio a larga distancia que cruzó el océano Atlántico fue realizada por Marconi en 1901, entre Cornualles (Inglaterra) y Terranova (Canadá).
Este experimento que marcó un hito histórico en el estudio de la propagación de ondas de radio derivó en el descubrimiento de la ionósfera como un medio que posibilita las telecomunicaciones a grandes distancias, reflejando señales de radiofrecuencia.
Desde su descubrimiento, el interés por la ionósfera ha sido creciente tanto en el aspecto científico como en el tecnológico. Esta región del geo espacio es un sistema altamente dinámico cuyo principal componente es el plasma. Este se encuentra interactuando con campos eléctricos y magnéticos que rodean la Tierra, así como con partículas neutras. Además, intervienen los efectos causados por el Sol y las perturbaciones provenientes de las partes bajas de la atmósfera. Dentro de los fenómenos ionosféricos más importantes se presenta la formación de burbujas de plasma en la región F de la ionósfera, aproximadamente entre los 200 a 1,000 kilómetros de altura, en donde se crean turbulencias en la densidad de electrones, lo cual afecta a las señales de radio que las atraviesan degradando o interrumpiendo la calidad de los enlaces de telecomunicaciones y de navegación satelital. Si bien se ha avanzado en el estudio de este fenómeno conocido como F-dispersa, aún hay muchos aspectos de estas irregularidades ionosféricas que se desconocen, como la alta variabilidad de día a día, las condiciones que lo generan y el poder predecir su ocurrencia con precisión.
El desarrollo de proyectos de constelaciones satelitales para incrementar las capacidades de comunicación global, así como las crecientes aplicaciones de navegación por satélite exigen el estudio detallado y monitoreo constante de la ionósfera. Varias compañías apuntan a lanzar miles de satélites en los próximos años para brindar servicio de internet de alta velocidad y en la actualidad ya se hacen lanzamientos para ubicar los satélites en la ionósfera.
El Instituto Geofísico del Perú (IGP) aporta al estudio y observación de la ionósfera por más de 60 años. Uno de los instrumentos más importantes para la comunidad científica de la alta atmósfera es el radar del Radio Observatorio de Jicamarca, facilidad científica del IGP. Con este radar se efectúan mediciones de parámetros ionosféricos claves como la densidad, velocidad y temperatura del plasma, así como la ocurrencia de irregularidades ionosféricas. Además, al radar se adicionan otros instrumentos, como receptores GNSS, instrumentos ópticos, ionosondas y magnetómetros, que proporcionan valiosa información sobre el geo espacio. De esta manera, el IGP sigue contribuyendo a generar conocimiento vital para comprender y explicar los misterios de la ionósfera.