Perú: mucho más que un Estado moderno
Por: Fernando Peña – El Montonero
“El pasado es, de un modo u otro, una fuerza condicionante para las inevitables transformaciones del futuro”(1)
El pasado vergonzante
El historiador tacneño Jorge Basadre señala que “pese a su buena intención y a su elevada moral, los liberales no le dieron al país progreso ni paz … El “Estado en forma” parece emerger en el Perú sobre bases realistas y no doctrinarias solamente en intermitentes y fugaces oportunidades”(2), añade.
A ello se suma el hecho de que, conforme refiere Julio Cotler en su obra intitulada Clases, Estado y Nación en el Perú, “la persistente naturaleza excluyente del régimen de dominación contribuyó a forjar actores y escenarios radicalizados”. Esa es la realidad de un país que como el nuestro ha debido afrontar 200 años de una historia plagada de inconclusas tareas y errados proyectos. Dirá Víctor Andrés Belaúnde “por una sucesión de rencores suicidas”(3).
En Perú el Estado no ha logrado satisfacer las aspiraciones democráticas de lo que Cotler llama masas populares, pero tampoco de las clases medias. Peor aún, no logró fundar siquiera instituciones que mediaran entre los disímiles intereses sociales, y que facultaran zanjar sus diferencias de manera institucionalizada buscando con ello evitar niveles de discrepancia y encono que lo que han logrado es entrampar la marcha del país, generar inestabilidad política y social, y ahuyentado importantes inversiones. A lo señalado podemos agregar lo que apunta V. A. Belaúnde: “El medio social en que vivimos tiene la apariencia de un campo de enconada lucha. Nuestras discusiones sobre los temas más arduos se revisten de una violencia y una acritud inmensas”(4).
Haciendo un juicio de aquella historia nuestra, Juan Velasco Alvarado señala “Aquí hubo olvido punible de responsabilidades que siempre debieron ser honradas. Hubo abandono execrable de ideales que debieron mantenerse. Hubo defraudación de una inmensa esperanza colectiva …Y hubo tráfico con la fe de un pueblo que supo esperar y confiar en falsos adalides quienes … renegaron de la causa sagrada que un día ese pueblo puso en sus manos para que siempre fuera defendida”(5).
Una incierta realidad
Frente a una historia y realidad semejantes debe anotarse que en el Perú del aquí y el ahora la situación respecto al Estado y a lo que la historiadora Carmen Mc Evoy llama “la República agrietada”, 200 años después es igual o peor. Desarticulación, debilidad, carencia de autoridad, entre otras características, describen la entelequia a la que pretendemos Estado. Siendo así ¿cómo afrontar el desarrollo de un territorio que como el Perú dispone de una amplia pluriculturalidad, de una vasta riqueza en recursos naturales, y de un milenario pasado?
Mucho más que modernidad
Los economistas Daron Acemoglu y James A. Robinson, en su interesante trabajo titulado Por qué fracasan los países / Los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza, han referido que la formación de las instituciones y su conducción tienen mucho de responsabilidad en el desarrollo de los pueblos. Ante ello, enfrentar la amplia tarea que supone el desarrollo de nuestro país demanda en primer lugar reconocer, junto a Basadre, que “el buen gobernante … no es el que sabe cómo se gobierna el alemán y el francés sino el que sabe con qué elementos está hecho su país y cómo puede ir guiándolo en punto para llegar … a aquél estado en que disfrutan todos … El problema de la independencia no era el cambio de formas sino el cambio de espíritu”(6).
Autenticidad en la propuesta y en el proyecto, esa es la condición sine qua non que habrá de posibilitar emprender la tarea del desarrollo de manera genuina, y para ello requerimos de una organización, de un Estado que, teniendo un claro norte -o mejor aún un Proyecto Nacional- sea capaz de instituirse en la autoridad firme, legítima y legitimada que, al decir de Basadre, signifique voluntad de dominación y potencialidad de mando y es que el Estado implica el poder público “No solo en lo que atañe al gobierno político sino también en la urdimbre administrativa, la creación de obligaciones a la gente … detiene o minimiza lo que haya de falta de sumisión de grupos o individuos”(7).
El desarrollo del Perú necesita de una sólida estructura estatal capaz de dirigir los destinos de la Nación con claridad y solvencia, con inclusión y firmeza. Un Estado afianzado en las modernidades globales y sin perder de vista su propia identidad. Para semejante tarea, señala V.A. Belaúnde “necesitan encaramarse en instituciones”(8). En conclusión, un Estado que planifique el desarrollo integral del país, que regule el hecho de mantener un equilibrio, y aseguramiento del funcionamiento correcto de la sociedad. Empero también, un Estado promotor del desarrollo, desde una posición de dignidad e independencia.
A modo de conclusión
Finalmente, podemos sostener, una vez más junto a Basadre, que “Si hay una moraleja en estos episodios de nuestra historia … ella consiste en que una nueva ola de progreso y renovación no debe estar subordinada a la falaz seducción de un caudillo. Debe haber “leaders” o dirigentes; pero no hombres providenciales, dictadores en potencia, ídolos divinizados con primitivismo animista, señores que luego, como en la frase del duque de Gandía, en gusanos se convierten”(9).
- 1 Basadre, Jorge. s. f. Perú Problema y Posibilidad. 5ta. Edición. Ed. Rocarme S. A. Callao, Perú. (p. XXI)
- 2 Basadre, Jorge (1981). Sultanismo, Corrupción y Dependencia en el Perú Republicano. Talleres Gráficos de Ausonia. Lima, (p. 34)
- 3 Belaunde, V.A. (1963). Meditaciones Peruanas. Talleres Gráficos P.L. Villanueva S.A. Lima. (p. 23)
- 4 Belaunde, V.A. (1963). Op.cit. (p. 19)
- 5 Mensaje a la Nación en el 148° Aniversario de la Independencia Nacional, 28 de julio de 1969. En: Velasco la voz de la revolución, discursos, Lima, Ediciones PEISA, 1971, (p. 58)
- 6 Basadre, Jorge (1981). Sultanismo, Corrupción y Dependencia en el Perú Republicano. Talleres Gráficos de Ausonia. Lima, (p. 36)
- 7 Basadre, Jorge (1981). Op. cit. (p. 58)
- 8 Belaunde, V.A. (1994). La Crisis Presente 1914-1939. Luis Alfredo Ediciones. Lima. (p. 194)
- 9 Basadre, Jorge (1978). Apertura. Ediciones Taller. Lima. (p. 511)