La hora de las definiciones está cerca
Por: Carlos Meneses
“No es hora de más conflictos, sino de detenerse en el afán de confrontación que hemos tenido para encontrar la forma de entendernos.”
Pocas dudas hay o debe haberlas de que la crisis política, que se agudizó en los últimos meses, está por llegar a su final pues las condiciones necesarias para que así sea están dadas en el Congreso de la República, en las investigaciones del Ministerio Público y en el deseo de todos de que se restablezca una relativa normalidad para la democracia peruana.
En apenas días más llegará aquí una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) para abrir puertas a un entendimiento que ponga fin al conflicto entre Ejecutivo y Legislativo, obligando a los segundos a asumir responsabilidades que le son inherentes y necesarias para cumplir con encargo del Ministerio Público respecto a lo que debe ocurrir con las indagaciones que se hacen sobre corrupción en esfera públicas.
También está llegado el momento en que numerosas organizaciones cívicas han resuelto promover una convocatoria a elecciones generales prontas, no para cambiar personas sino modificar sistemas que nos han conducido a la situación presente.
Suponemos que también terminará el diálogo de sordos que hemos observado entre una prensa libre e independiente que investiga cuanto hecho merezca ser esclarecido y que sin duda demanda castigo para quienes equivocando camino escogieron mala senda.
Para bien de todos, los gobiernos regionales y municipales cambiarán el 1ero de enero próximo y será posible confiar en el acierto colectivo haber elegido a quienes deben remplazar a los que, por decirlo menos, no estuvieron a la altura de las circunstancias.
Complace también que la Iglesia participe del empeño, pues necesitamos iluminación divina para acertar en las decisiones que están por tomarse.