La responsabilidad del Congreso
Por: Carlos Meneses
“Los congresistas deben demostrar que es verdad que se quieren ir.”
Ha sido una sorpresa para todos y especialmente porque había llegado la hora de una categórica respuesta de parte del Congreso para los que reclamaban un adelanto de elecciones que, a la hora de votar, solo 49 de 130 parlamentarios sufragaron por lo que todos piden que se haga.
La verdad oculta es que en la mayoría de los que estuvieron en desacuerdo con la propuesta de adelantar las elecciones estaban muchos congresistas que simplemente no quieren irse. Así se ha puesto otra vez en apuros a un parlamento que sigue estando cuestionado por mayorías ciudadanas que creen llegado el momento de realizar elecciones que pongan fin al Ejecutivo y al Legislativo que fueron electos y que lideraba el presidente Castillo.
Con un nivel de aprobación que solo alcanza al 5-6 % es imposible continuar con el actual Congreso. Lo que debe hacerse es que cumpliendo las exigencias de forma este Congreso se disuelva a fines del año 2023 y que tanto ellos como también los parlamentarios andinos libren al país del peso que signifique cargar con ellos y reemplazarlos por algo que sea mejor con reformas constitucionales posibles el mismo mes en que se realicen las elecciones y antes del 2024.
Estamos de acuerdo en que hay que cuidar las formas, dar paso a la bicameralidad y convertir al Congreso de la República en colaborador eficaz de un gobierno serio y responsable.
Si el procedimiento no cubre los 87 votos que exige la normatividad vigente, tendremos que someterlo con 66 votos a un referéndum con soluciones parciales que lo permitan, pero de ninguna manera con una Nueva Constitución que solo abre camino a la interrogante de si querer una dictadura parlamentaria de características similares a la de Maduro o Somoza o a la que pretendió imponer en Bolivia, Evo Morales.