El Congreso tiene las llaves
Por: Carlos Meneses
“La abundancia de razones debe determinar el favor del voto mayoritario de los parlamentarios.”
La única manera de devolver la paz al país, ante la intransigencia de un sector parlamentario que reclama la salida de Boluarte y una Nueva Constitución, es hacer lo justo y necesario para posibilitar las reformas que lo permitan. Dejando de lado lo que fue bandera del gobierno de Pedro Castillo que significó intento de repetir las fracasadas experiencias de Venezuela, Nicaragua, Bolivia y como se conocieron las fórmulas que originalmente se dieron en Cuba.
La Constitución vigente de 1993 permite cambios que sean adecuados y suficientes hasta para modificar el modelo económico, pero el cambio integral es un peligro pues puede significar que aprovechando la oportunidad se supriman libertades y respetos a la propiedad privada a la inversión nacional o extranjera. Ese contrabando no puede ni debe pasar.
Intentarlo de nuevo sería sumir al país en la situación que tienen las naciones donde no se respeta el voto, los plazos señalados para gobernar no son respetados y los gobernantes dejan de ser presidentes para convertirse en tiranos a perpetuidad.
Esta verdad ha sido entendida por muchos peruanos y de allí la oposición a una Reforma Constitucional que signifique una Nueva Carta Magna, lo que se quiere evitar es hacer retroceder al país para que sea una Nación sin posibilidades de desarrollo y desaliento al inversionista extranjero.
Consecuentemente, los resultados los pagará el pueblo entero que no tendrá la oportunidad de alcanzar el desarrollo que tienen otras naciones que sí disfrutan de los beneficios o de naciones como China que están retornando al modelo anterior a Mao para poder competir con los Estados Unidos o Europa Occidental.