–Redacción Diario El Pueblo–

Los hospitales en China se han visto desbordados y se estima que, desde los primeros días de diciembre, casi 250 millones de personas se contagiaron de COVID-19, según un informe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China (CCD).

En respuesta, países como Italia, Japón, India, Malasia y Corea del Sur anunciaron que exigirían pruebas negativas de la COVID-19 para admitir a visitantes procedentes de China. Asimismo, Estados Unidos aplicará esta restricción a partir del 5 de enero tanto a los pasajeros que vuelven directamente desde China, Hong Kong o Macao como a los que tengan un enlace en sus desplazamientos a terceros países, incluidos Seúl, Toronto y Vancouver.

«El reciente incremento rápido en la transmisión del COVID-19 en China aumenta el potencial de surgimiento de nuevas variantes» del virus, dijo a periodistas un alto cargo estadounidense de salud.

A pesar que el país asiático ha confirmado cerca de 787 muertes por Covid en los últimos 28 días, anunció que a partir del próximo 8 de enero reabrirá sus fronteras y eliminará la necesidad de cuarentena en un nuevo paso en la relajación de las restricciones de la política ‘Cero Covid’.

¿Qué dicen la OMS y la comunidad internacional?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) se manifestó «muy preocupada» con la evolución de la situación en China y las informaciones que apuntan a un aumento de los casos de infección severos.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, dijo haber instado a China a que comparta sus datos sobre la severidad de la enfermedad, las hospitalizaciones y la capacidad de sus unidades de cuidado intensivo para llegar a una completa evaluación del riesgo de la situación en el terreno.

El director del programa de emergencias de la OMS, Mike Ryan, expresó que instarían a China a importar vacunas extranjeras ARNm, como las de Moderna y BioNTech, que han probado ser más efectivas contra la covid-19 y de las cuales China todavía no ha aprobado el uso en su población.