Por: José Colque

La afluencia al Terminal Terrestre persiste levemente, pero la operación se redujo considerablemente desde el 4 de enero tras el reinicio de las protestas en el sur del Perú. Ello implica pérdidas sustanciales de S/ 320 mil a diario, según informó el administrador del lugar, Carlos Agusti Benítez.

El lugar cuenta con aproximadamente 97 locales para venta de boletos, tiendas comerciales y restaurantes. La cifra por la venta de pasajes en un día llega hasta los S/ 250 mil y los negocios S/ 70 mil. El día más crítico fue el jueves de la semana pasada, cuando durante varias horas la soledad se instaló en el Terminal Terrestre tras la restricción de salida al sur y centro del país.

“Dependemos de la oferta y demanda de los usuarios y pasajeros, no hay forma ni estrategia que podamos plantear para mejorar la situación. Todo depende del Gobierno, que solucione el problema, los conflictos sociales, para que todos empecemos a trabajar”, manifestó el administrador.

Consideró que el sector transporte fue el más golpeado por la pandemia del nuevo coronavirus y tras las recientes huelgas, la afectación incrementa de la mano con la informalidad que les quita demanda del servicio interprovincial. De acuerdo con Agusti, durante ese lapso, la pérdida supera S/ 1 millón.

Fuera del Terminal, la situación no es ajena. Allí solían instalarse vendedores de lentes, accesorios, alfajores, entre otros insumos para los ciudadanos que llegan a Arequipa. Una de las comerciantes refirió que en un día normal registraban ganancias superiores a los S/ 600, pero ahora sus ingresos ascienden los S/ 100 para sobrevivir, dado que la mayoría tiene familia. Señaló que de los 15 vendedores que solían instalarse en la recta de entrada y salida del terminal, actualmente salen 7.