Por: Carlos Meneses

“Ahora sí damos crédito a quienes dicen que los estados no son eficientes en la administración de empresas a diferencia de los privados y también a los que reclaman que se debe cumplir con lo que la ley dice a las reguladoras para defender los intereses que son de los ciudadanos que cumplen con sus obligaciones y no con las empresas que no cancelan las multas que les impone el gobierno.”

En meses anteriores hemos comentado que el Estado resulta inútil cuando los entes reguladores permiten que las empresas de servicios públicos procedan como quieren en contra de los derechos que corresponde a los usuarios.

Decíamos entonces que no era posible que uno de los principales deudores del Estado fueran las compañías telefónicas que es verdad son objeto de multas, pero que no se pagan ni tampoco el Estado actúa coactivamente para lograr que se acate las sanciones que se imponen. Mucho menos respetan la obligación que tiene un ente regulador para obligar a descontar el servicio que se suspende en forma no explicada.

Lo ocurrido en Arequipa, hace pocos días, cuando un apagón de 5 horas entre cerca de las 18 horas ya hasta las 22, dejó sin alumbrado público y privado, obligando el cierre de negocios, exponiendo a la ciudadanía a asaltos y robos.

La empresa abastecedora de energía intenta una explicación señalando que la probable causa de la interrupción del servicio sería un corto circuito provocado por un ave, suponemos que de gran tamaño.

Nadie ha dicho nada sobre el tema y el Municipio Provincial estaba facultado a multar a quienes resulten responsables de lo ocurrido.

Así que en unos casos se ponen multas para que no se paguen o no se hace nada cuando se deben sancionar a quien incumple una tarea por la que pagan quienes cancelan sus arbitrios por alumbrado público o en el caso de los contratos privados por los daños que puedan sufrir quienes utilizan los servicios citados.