Petr Pavel: el nuevo presidente checo paracaidista, diplomático y exgeneral
— Redacción Diario El Pueblo —
REPÚBLICA CHECA
El exgeneral Petr Pavel, de 61 años, fue elegido ayer como cuarto jefe de Estado de la República Checa, tras imponerse al controvertido exprimer ministro y magnate populista Andrej Babis.
Como candidato independiente, y a pesar de su inexperiencia política, Pavel ha cautivado con su diálogo directo y sobrio, al que ha sabido también imprimir tono conciliador.
Comenzó su campaña en una motocicleta Harley Davidson y en camisa de franela, una imagen que se convirtió en icónica y llevó a algunos medios a describir su irrupción en escena como una «revolución de franela», en alusión a la «revolución de terciopelo» de 1989, liderada por el dramaturgo Václav Havel, con el que algunos ven paralelismos.
De 1,83 metros de altura, pelo canoso y bigote, el general retirado no suele repartir sonrisas, pero su voz cálida y asertiva ha inspirado confianza entre mucha gente.
Nació en el oeste de la antigua Checoslovaquia, una región que fue la punta occidental del Pacto de Varsovia, el bloque militar comunista.
Su padre fue un militar formado para interceptar y descifrar los mensajes de los países de la OTAN, algo que marcó la trayectoria de Pavel, que también se afilió al Partido Comunista, si bien no hay indicios de que colaborara con la temida policía política comunista (Stb).
Toda su educación transcurrió en instituciones militares, luego se alistó en una unidad paracaidista y prosiguió su formación en los servicios de inteligencia militar del Estado Mayor, lo que más tarde, ya en democracia, le permitió ejercer como diplomático militar en Bélgica, Países Bajos y EE.UU.
Amplió sus estudios en instituciones estadounidenses como el Defense Intelligence College de Bethesda, y británicas como el Staff College de Camberley, el Royal College of Defence Studies y el King’s College de Londres.
Durante la guerra de Yugoslavia, en la primera mitad de los años 1990 y antes de que su país entrara en la OTAN, su unidad salvó de un mal trago a 50 soldados franceses aislados entre tropas croatas y serbias, algo que París reconoció otorgándole la orden de la Legión de Honor.
Entre 2012-2015, Pavel fue jefe del Estado Mayor del ejército checo, cargo que dejó para presidir el comité militar de la OTAN (2015-2018), el segundo puesto en importancia del bloque militar.
Tras la anexión rusa de Crimea, Pavel abogaba por un entendimiento con Rusia, si bien ahora considera a Moscú como la mayor amenaza para la estabilidad, más peligrosa que el fundamentalismo islámico.
Se jubiló tras dejar la OTAN y su nombre se barajó como presidenciable en los comicios de 2018, pero no llegó a presentar candidatura.
El exmilitar, que contó con simpatías del Gobierno de centroderecha pese a no ser su candidato oficial, tiene una visión liberal en temas sociales, es partidario de la eutanasia y ha señalado que no vetaría el matrimonio homosexual.