Agravio a Arequipa
Por: Carlos Meneses
“Comparar el “arequipazo” con lo que ocurre en el Perú de hoy es desproporcionado e injustificado”.
Constituye un agravio para Arequipa, peor aún si procede de una parlamentaria que nos representa en el Congreso, el mencionar que la gesta cívica conocida como el “arequipazo” que se produjo, en el año 2002, cuando los arequipeños en mayoría nos opusimos a la privatización de EGASA, donde solo se produjeron como hechos fatales 3 muertes previas a los incidentes que culminaron en un diálogo y en una aceptación por el gobierno central de las demandas ciudadanas, se replicaría en Lima.
Fueron hechos que la historia tiene señalados como diferentes y que, en todo caso, con la excepción citada, no produjeron ni represiones indebidas de parte de la Fuerza Armada y de la Policía Nacional con relación a lo que ahora confrontamos a nivel nacional con carreteras bloqueadas, 60 víctimas mortales, numerosos heridos y consecuentes desencuentros entre sectores de población.
Además, no hubo evidencias similares ni acciones delincuenciales, ni mucho menos injerencias extranjeras. Fue una decisión única y exclusiva de la Ciudad Blanca disgustada por un error del gobierno de Toledo, que el propio presidente tuvo que reconocer como tal y dar marcha atrás en sus afanes culminantes de un proceso de privatización que inició Fujimori y cuya última expresión fue vender una empresa que servía a Arequipa y que manejaban arequipeños.
En aquel tiempo no se disparó un balazo y es de recordar la palabra del entonces comandante general de la división militar acantonada en Arequipa que señaló que el fusil del soldado no debe servir para matar civiles que solo protestan.