Por: José Colque

El rostro de la turista belga Natacha de Crombrugghe permanecerá en una piedra que da con el inicio del mirador de Achachihua, donde la extranjera habría iniciado en vida su última caminata.

“Natachita querida vivirás por siempre en el Colca y tu sonrisa iluminará a todos los visitantes”, sostuvieron los pobladores de Cabanaconde tras colocar la placa, y luego rezaron un Padre Nuestro como una especie de santificación a la actividad.

“Ahora ella protege a todos los excursionistas y domina el cañón”, se pudo leer en el recuadro que está adornado con un pequeño ramo de flores.

La joven de nacionalidad belga no solo será recordada por los pobladores de Cabanaconde, sino por todo el país, puesto que su caso fue conocido por nacionales y extranjeros.

Como se recuerda, el fatídico 24 de enero del año pasado se reportó su desaparición. Desde aquel entonces agentes policiales, rescatistas, pescadores, canes adiestrados en la búsqueda de personas hicieron todos sus esfuerzos por ubicarla.

Sin embargo, meses después, la incertidumbre para la familia de Crombrugghe terminó con una noticia que se presumía por el tiempo de desaparición. Un día de septiembre del 2022 se encontraron restos óseos que se presumía eran de la joven turista. El 6 de octubre tras exámenes de ADN se confirmaron las sospechas de que fue arrastrada por el río Colca en circunstancias extrañas que ni la Fiscalía ni la Policía aclararon. Posteriormente, en noviembre fue llevada a Bélgica para el último adiós de sus padres.