PERÚ: ESTADO, DEMOCRACIA Y CIUDADANÍA
Por: Edgard Norberto “Beto” Lajo Paredes

Nuestro país está inmerso en conflictos sociales (reclamos de obras, sobre aspectos ambientales e incumplimiento de compromisos); y convulsión política (renuncia de la presidenta, cierre del Congreso, adelanto de elecciones y nueva constitución). Los primeros son atendibles, se resuelven a medias, se forman comisiones de diálogo, se calman las aguas o levantan las medidas de fuerza; pero, muy poco se resuelven a satisfacción de las partes. Los segundos, no son atendibles, porque colisionan contra la Constitución, obligan a forzadas modificaciones constitucionales “por esta y única vez”.

A esta difícil situación, se agrega la evidente carencia de elementos de gobernabilidad y gobernanza, pues, somos: Estado sin Estadistas; democracia sin demócratas y ciudadanía sin ciudadanos. Agravada por la asfixia del país por las economías anti desarrollo: de la Neoligarquía monoligopólica, lobbysta y mediática (grupo financiero, grupo de farmacias, grupo de hidrocarburos, club de la construcción, grupo concentración de la prensa), obstruyen la libre competencia. Y, las economías ilegales (minería ilegal, tala ilegal, pesca ilegal, contrabando, tráfico de lotes, trata de personas, corrupción, piratería, etc.), actúan al margen de la ley. En ambos se perjudica al pueblo.

Teniendo como consecuencias: ingobernabilidad: organizaciones políticas vientres de alquiler; gobierno nacional, regionales y locales al servicio de intereses particulares; elección de gobernantes mediocres; designación de funcionarios sin requisitos para los cargos e ingobernanza: ausencia de metas y resultados; democracia sin defensores, enemigos se sirven de ella, desafección política de sectores ciudadanos, jóvenes apolíticos; clamorosa desinformación: de hechos políticos, mecanismos de participación, derechos de consumidores y usuarios (Ley 29571); no identificación de grupos sociales vulnerables e indefensión de administrados.

“Estado sin Estadistas”, es porque carecemos de líderes con convicciones de respeto al “Estado de derecho”, en el cual gobernantes y gobernados, se someten conscientemente, a la Constitución que otorga derechos políticos, sociales y comunitarios a las personas naturales y establece contrapesos y controles a los Poderes del Estado, a fin, lo ejerzan con eficiencia, justicia social y ética. Observamos en los Poderes del Estado: Legislativo, Ejecutivo y Judicial; como en los organismos constitucionales autónomos: JNE; ONPE; RENIEC; Tribunal Constitucional; Ministerio Público; Defensoría del Pueblo; Contraloría General de la República; Superintendencia de Banca, Seguros y AFP; Junta Nacional de Justicia. Sus máximos funcionarios, no son Estadistas.

El que sí tiene calidades de Estadista es el Economista, Julio Emilio Velarde Flores, presidente del Banco Central de Reserva del Perú, está varios períodos presidenciales, considerado el mejor presidente de Bancos de Reservas del mundo, ha institucionalizado la política monetaria, goza de merecido respeto por tirios y troyanos, afiliado del Partido Popular Cristiano, ideológicamente es de derecha, un técnico de primer nivel. En alguna ocasión, se difundió la noticia de haberse incrementado el sueldo de presidente del BCR, cuestionada por el Jefe de Estado de turno; asumió una actitud sensata e inmediata, dejó sin efecto tal incremento, sin dar ninguna hipócrita justificación ni hacer falso gesto de desprendimiento, tampoco se lavó las manos; se limitó a acoger la observación y no continuar con dicho aumento.

Lo negativo: la ambigüedad de la Presidenta de la República; la ex presidenta del Poder Judicial, terminó su período con una sanción de suspensión por falta grave; la Fiscal de la Nación, creyéndose intocable, protestó por abrírsele investigación por la Junta Nacional de Justicia, le faltó humildad; la Defensora del Pueblo, cuestionada por emitir comunicados parcializados, favoreciendo a determinados personajes y omitiendo a otros. No son Estadistas.

“Democracia sin demócratas”, nos enojamos con los que discrepan de nuestras opiniones, no sabemos debatir con altura, carecemos de capacidad de consensuar; aprendamos a ser demócratas. “Ciudadanía sin ciudadanos”, creer que solo tenemos derechos y desconocer nuestros deberes; seamos ciudadanos, ejerzamos responsablemente nuestros derechos y cumplamos patrióticamente nuestros deberes.

La alternativa. Formar Estadistas para gobernar, preparar demócratas para la pluralidad y consenso, y construir ciudadanía: activar en las Juntas Vecinales Comunales y de Seguridad Ciudadana; impulsar la ejecución de obras por los vecinos con recursos públicos; instituir el autogobierno vecinal, cogobierno municipal y Gobierno Local Ciudadano. Salvemos al Perú, desde la democracia local con participación vecinal efectiva.

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