La concertación del agua debe consolidarse
Por: Luis Luján Cárdenas

La pandemia del covid-19, el ciclón Yaku, el fenómeno de El Niño, el cambio climático, la crisis socioeconómica nacional y los cortísimos siete años para cumplirse el plazo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (2030) nos están alertando y advirtiendo que debemos gestionar el agua concertada y descentralizadamente.

Más aún, el Estado debe tener presente que la administración y el gerenciamiento del agua debe realizarse complementaria y unificadamente desde sus fuentes naturales hasta el servicio domiciliario poblacional y los distintos sectores económicos y productivos, respetando obviamente el medioambiente y mitigando y adaptándonos a la furia de la naturaleza, al que Perú es un país altamente sensible al cambio climático.

En la era de la globalización, el agua se ha convertido en el recurso más preciado y estratégico para la seguridad y el desarrollo nacional. Es un elemento que no solo requiere la mejor disposición y la atención del Estado, sino también necesita imperativamente el involucramiento de los sectores empresarial y académico y de la sociedad en general. Es un tema socioecológico transversal e interinstitucional, multisectorial y holístico.

Enfermedades, desastres naturales, contaminación, escasez de agua, desertificación, deforestación, falta de energía, baja productividad, deficiencia en servicios, corrupción, desempleo, desnutrición, ignorancia, hambre, muerte y daños materiales, pueden evitarse potenciando el Sistema Nacional de Gestión de Recursos Hídricos (SNGRH), que se creó hace quince años juntamente con la ANA, que es la responsable de su funcionamiento.

El SNGRH promueve espacios de coordinación y concertación a nivel central y desconcentrado entre las distintas instituciones públicas, privadas, usuarios y actores relacionados con el agua y sus servicios ecosistémicos. Establece normas, políticas, planes y estrategias en el marco de la gestión integrada, sostenida y ecológica de los recursos hídricos.

Al respecto, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) ha priorizado la creación de los consejos de Recursos Hídricos de Cuenca. Actualmente existen 14 de un total de 28 programados, pero requieren de mayor financiamiento, logística y autonomía. Aunque el problema va más allá: se necesita reformar la Ley de Recursos Hídricos; adscribir a la ANA a la Presidencia de Consejo de Ministros (PCM) o crear el Ministerio del Agua, agrupando a todas las instituciones relacionadas con este recurso; incorporar al SNGRH a los ministerios de Educación, de Economía y Finanzas; crear una dirección de gobernanza al interior de la ANA; promover a gran escala la educación y la cultura del agua; simplificar la red de órganos desconcentrados, de repente eliminando la Autoridad Administrativa de Agua (AAA) y fortaleciendo las administraciones locales del agua, entre otras soluciones.

El Sistema Nacional de Gestión de Recursos Hídricos debe cobrar mayor impulso. Todos estamos comprometidos con el cuidado, preservación y valorización del agua. La responsabilidad es colectiva, y no solo de la administración pública. Tenemos agua en abundancia, solo es cuestión de trabajo concertado, eficiente, transparente y con voluntad de servicio.

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