La generación del 60, revisada.

Por: Willard Díaz

Elena Zurrón, ceutí de nacimiento, llegó a Arequipa hace una semana para presentar un sorprendente libro, “60 poetas peruanos de la Generación del 60” (Hipocampo Editores, 2022). Sorprendente no porque desde España se realice un estudio tan detallado de nuestra poesía, sino porque Zurrón rompe con los criterios estándar de lo que es una generación poética. Para ilustrarnos conversamos con ella.

P. A primera vista este es un libro voluminoso para dedicarlo a una sola generación de poetas; son casi seiscientas páginas.

R. Le llamó mucho la atención a una catedrática de la Complutense de Madrid cuando estaba presentando este libro en el Instituto Cervantes la redacción, el engranaje del libro. Decía que en la Universidad se habían olvidado de las biografías de los escritores. Yo lo que engarzo es la biografía con la obra y la época en la que han escrito. Ya no se escribe así.

P. Claro, nos hemos vuelto textualistas, y hablar de biografías ya no se estila.

R. No se sabe quién es el autor ni por que ha aparecido en esa época.

P. Pero hablas de “generación”.

R. El concepto de Generación que tengo es un poco más amplio que el de los demás. Puedo poner a una persona que tenga setenta años con otra que tenga 50 o 48. Parece extraño, ¿no?

Para justificarme un poco ante todos, no ante mí, leo a Ortega y Gasset y me dice que una generación abarca quince años. No le hago mucho caso. Digo, esta persona está en esta generación no por su edad sino por su sentir de la vida o por el espíritu que transmite su poesía. Y como estamos en Arequipa, voy a hablar de Oswaldo Chanove, que es el que más me han criticado que lo pusiera en la Generación del 60.

P. Chanove nació en 1953.

R. Daba lo mismo. No he mirado en qué edad estaba en los 60.

También me dijeron por el año de las publicaciones. Lo que hice es poner en una lista a todos los poetas que eran de distintas generaciones pero estaban publicando al mismo tiempo. Quería demostrar que no tenía nada que ver el año de las publicaciones. Por ejemplo puse en esta generación a Corcuera porque vivió toda esa época de Javier Heraud y de la formación de la Generación del 60.

Yo creo que simbólicamente esta generación empezó cuando Marco Antonio Corcuera hizo los Premios de Poeta Joven del Perú, que ganaron César Calvo y Javier Heraud. Considero que en ese momento empieza la generación del 60. Entonces Oswaldo Chanove aparece por ahí. Lo encontré por Internet, desde España, y me impresionó un montón. Empecé a ver de dónde salía, quién era, por qué escribía así. Y lo que hallé es que él había tenido como maestros a los mismos de la Generación del 60 en Lima. Dije “¡Pero si este ha bebido de las fuentes de Westfalen y Eielson, entonces no puede ser muy diferente!” Por eso lo llamo “poeta frointerizo” porque por su edad no debería estar aquí pero por su sentir, por su forma de hacer poseía lo puedo integrar perfectamente en esta Generación. Además, sale de Arequipa y se va a Estados Unidos, siento antigringo. Igualmente paradójico es que su poesía es muy dinámica, pero él dice “Apenas salgo de mi habitación”. Lo que sucede es que en su mente es muy dinámico, y trabaja continuamente. Lo mismo Verástegui. Son personas que tienen menos edad que los demás pero por su manera tan vital de escribir pertenecen a este grupo.

P. Tú, que eres española, ¿dónde te enteraste de la poesía peruana?, ¿y por qué?

R. Conocí a un poeta peruano que vive en Sevilla desde hace cincuenta años pero que no pierde nunca su peruanidad. Empecé a ver su Biblioteca virtual, que es muy grande, y él además escribe poesía. Se llama Leopoldo de Trazegnies.

Lo que él no tenía lo busqué en internet. Pero su biblioteca es mejor: Calvo, el “Noe delirante” de Corcuera, etc. Luego muchos me mandaron cosas. Les escribía y les pedía que me asesoraran. El que mejor me informó fue Juan Cristóbal. Me hizo un resumen muy interesante, que lo pongo así como escrito por él.

En ese momento en que dejas de trabajar y de preocuparte por la vida pensé hacer una tesis doctoral. Dije ”Voy a hacer la tesis que dejé hace treinta años”.

P. ¿Eres profesora?

R. No, siempre me he dedicado a los Recursos Humanos, a Selección de Personal. MI primera profesión fue Historia del Arte, y después me dediqué a trabajar en Recursos Humanos, como Consultora. Y también en Administración de Empresas. Nunca he sido profesora. Tampoco soy Filóloga. Cuanto tuve que hacer la tesina la hice sobre Arquitectura Contemporánea.

P. ¿Cuándo empezaste a trabajar en Literatura?

R. Hace diez años. No he escrito poesía ni nada de eso. Conocía a Leopoldo de Trazegnies y dije “Voy a hacer una tesis doctoral sobre él”. Pero me contestó “Sobre mí no, tienes que hacer un trabajo sobre mi generación, que es muy importante en Perú pero aquí en España no la conoce nadie. Tienes que estudiar sobre la Generación de 60”. Entonces empecé a mirar su biblioteca y a explorar por internet. Me costó trabajo porque no conocía nada.

Busque unas pautas para decidir quién era de esta generación. La edad no me importó sino las vivencias. En la Introducción explico por qué he puesto a estos poetas y otros no están. Yo escribo cada uno de los poemas, no los copio y pego. Así me entero bien de lo que dicen, y puedo comentarlos y hallar las correspondencias.

Como no conocía personalmente a ninguno no estaba condicionada por nada ni por nadie, y veía sus poemas y decía esto se ajusta a la generación, este no. Los ideales de los 60 estaban clarísimos. En todo el mundo occidental hubo un cambio porque la música, por ejemplo, el hippismo, la manera de ver la revolución cubana, fueron comunes. Ellos han hecho cada uno lo que ha querido y sin embargo los une el coloquialismo, la ironía, la posición política, el verso libre. No han formado grupo literario, cada uno se ha dedicado a lo suyo, pero los une un espíritu. Y otra cosa que me llamó la atención es que eran muy jóvenes y hacía cosas muy buenas. No lo he vista en ningún sitio. Y eran tantos. Había veces que los peruanos me decían cómo tanto poeta, y les decía “Es que Perú es un país de poetas”. No sé quién me lo dijo.

A través de Trazegnies conocí a Fernando Tola de Habich, él es otro personaje que ha estado en el boom de la literatura latinoamericana en Barcelona con Barral, con Vargas Llosa y con Gabriel García Márquez. Tola también tiene poesías originalísimas, pero él dice yo no soy poeta, lo único que me interesa es la Revolución Mejicana. Lo he puesto en el libro porque tiene una poesía muy original, por ejemplo “Lulú, la meona”.

P. ¿Hasta qué años llega tu selección?

Muchos de los 70 los he pasado a los 60, porque vi que la cronológica era una división artificial. Creo que en unos años no puede cambiar la vida tanto.

P. ¿Y por qué 60 poetas?

Primero para la tesis puse 47, me dijeron esto es mucho, se hace a lo sumo uno o dos. Pero pasó la tesis, me doctoré y a los tres o cuatro días me vine a Perú, con la tesis debajo del brazo. Se había portado conmigo tan bien que quise darles mi trabajo. Hasta Rosa del Carpio, arequipeña, fue gran amiga mía. Ella me escribió una autobiografía para mi tesis. Es la mayor de todas. Podía ponerla con los otros porque tenía el mismo espíritu, había publicado en los años 60 también y luego desapareció. Ella fue la que más llamó la atención a mi catedrática de Literatura. Aquí conocía muchos más.

P. ¿Y la poesía de Chanove cómo la conociste?

R. Por internet. En las páginas de poetas peruanos. Cuando lo hallé me quedé impresionada. Leí “El Héroe y su relación con la heroína” y me sorprendió tan buena poesía. Vi que sus maestros había sido Eielson y Westphalen y que eran los mismos de la Católica y la San Marcos, y podía poner a un poeta de Arequipa.

P. ¿A qué otros poetas arequipeños incluyes?

R. A Raúl Bueno. Aunque él es un gran intelectual también tiene bella poesía, a pesar de no ser un poeta renombrado.

P. ¿Aníbal Portocarrero? ¿Edgar Guzmán?

R. No, no los conocí. He venido a investigar más.

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