Ultrafalso, alternativa a deepfake

FUNDEU

El término ultrafalso es una alternativa al anglicismo deepfake, que se está empleando sobre todo para referirse a los vídeos que no son reales, pero que lo parecen gracias a una manipulación extrema.

En los medios de comunicación se está viendo cada vez más este vocablo inglés: «Los “deepfakes” progresan más rápido que las herramientas que los detectan», «Lo último en estafas es usar deepfakes de audio que imitan la voz de seres queridos» o «China, el primer país del mundo en regular los deepfakes».

La palabra deepfake alude a los sistemas informáticos que permiten, mediante técnicas de inteligencia artificial, desarrollar vídeos manipulados extremadamente realistas, aunque también es frecuente que se aplique a los vídeos así creados. El realismo es tal que puede ser imposible saber que ha sido falseado, lo que sirve, por ejemplo, para propagar noticias falsas y como pornovenganza. Este es su uso original, pero en ocasiones se utiliza para manipulaciones similares, como en audio.

La voz ultrafalso aúna los dos conceptos que se encuentran en la forma inglesa: el que metafóricamente tiene deep (‘profundo, hondo’), mediante el prefijo ultra- (‘en grado extremo’), y el de fake (‘falso’ o ‘falsificación’), mediante falso.

Aunque esa formación de ultrafalso es en principio un adjetivo, también es válido usarlo como sustantivo para los vídeos que tienen este tipo de montaje digital, dado que uno de los significados de falso, aplicado a una persona, es ‘que miente o que no manifiesta lo que realmente piensa o siente’. A partir de este último sentido y por extensión, se puede considerar que un ultrafalso hace creer que una persona dice o hace algo que no es real.

De igual modo, es posible crear otras palabras como ultrafalsear (como ultrafalsear un vídeo), ultrafalseado (como vídeo ultrafalseado) y ultrafalsificación.

Así, en los ejemplos anteriores podría haberse dicho mejor «Los ultrafalsos progresan más rápido que las herramientas que los detectan», «Lo último en estafas es usar ultrafalsos de audio que imitan la voz de seres queridos» y «China, el primer país del mundo en regular los vídeos ultrafalseados».

Si se opta por el término original, conviene recordar que la grafía mayoritaria en inglés es sin espacio (deepfake) y que lo adecuado es que vaya en minúscula y en cursiva (o, si no se dispone de este tipo de letra, entre comillas).

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