LA HISTORIA COMO CIENCIA

Por Julio Lopera Quintanilla (*)

La Historia, es una ciencia social, que aporta mucho al estudio del hombre porque permite entender la cultura, la naturaleza y la esencia del ser humano en toda su complejidad y real dimensión. José Ortega y Gasset define la historia como: “un sistema, el sistema de experiencias humanas que forman una cadena inexorable y única”.

La Historia, nació en la antigua Grecia, allí, surgió  Herodoto (484-420 a. de C), quien refirió todos los acontecimientos de su época y al mismo tiempo describió las costumbres y tradiciones del mundo griego en el período histórico que le tocó vivir. Apareció, también en ese entonces en la tierra de los helenos, un segundo pionero;  Tucydides (465- 395 a. de C), quien se anticipó a las tendencias del conocimiento histórico cuando trasuntó el plano de la descripción de los hechos históricos para pasar al análisis de las causas de los mismos buscando siempre una explicación coherente y sólida. Mucho más adelante, darían los franceses un salto aún mucho más cualitativo; dos grandes maestros e historiadores, March Boch (1886- 1944) y Lucién Febvre (1878-1856) relegaron  la historia episódica y relevaron la explicación y la comprensión del pasado.

La Historia, fue durante muchos siglos, solamente un relato de batallas de militares ilustres, no comprendía un análisis profundo de los fenómenos y de los hechos sociales. La Historia, o mejor el estudio de la Historia en un momento fue incorporando progresivamente a su acervo otros aspectos de la realidad histórica como las ideas morales, religiosas, costumbres, la evolución de la familia y la evolución de las sociedades. Jules Michelet nos hizo advertir la importancia del colectivo cuando subrayó: “La verdadera historia consiste en recuperar el pasado de todo un pueblo”.

El ejercicio profesional del historiador se fue transformando; el estudioso se percató que no solamente era necesario relatar los hechos, sino que, había que estudiarlos y luego comprenderlos.

El objeto de la Historia, no es otro que el estudio de la historia de las civilizaciones y sus transformaciones en el tiempo. La finalidad de esta ciencia es la interpretación de los hechos, acontecimientos, sucesos y cambios históricos en la línea del espacio- tiempo así como el análisis de sus causas y consecuencias por medio del método científico y de las técnicas o métodos específicos de la ciencia de la Historia. Hoy, el objeto se centra cada vez más en el estudio de las revoluciones, de las técnicas y de las distintas mentalidades.

La Historia, es la ciencia que tiene como finalidad investigar los acontecimientos del pasado para explicarlos y comprenderlos para a partir de ello ayudar a quienes lideran las naciones de hoy a ubicarse o situarse mejor dentro del espacio- tiempo actual ofreciendo experiencias  que ayuden a evitar incurrir  en errores del  pasado.

La historia moderna se convierte en una ciencia social en el siglo XIX con la introducción del método científico y de las técnicas de investigación. El objetivo de las investigaciones históricas fue cambiando, primeramente, el interés se centró en el estudio de las leyes que regían la civilización, luego en la vida íntima de los seres humanos en las sociedades y, más tarde, durante el Romanticismo toda la atención se dirigió a la reconstrucción precisa del pasado.

Thucydides.

El investigador científico en el campo de la Historia para poder interpretar los hechos, los acontecimientos, los sucesos, recurre a diversas fuentes primarias, no escritas como ruinas, templos, trazado de ciudades, estatuas, inscripciones, armas, alfarería, monedas, pinturas entre otras, estas nos hablan de la vida económica, social y religiosa de la civilización o cultura que se busca conocer. El investigador recurre también a tratados de paz, discursos, memorias y crónicas, relatos de conquista, censos, leyes, textos oficiales y otros documentos. También las fuentes secundarias o historiográficas son muy importantes; los  artículos, revistas, libros y estudios de los historiadores, de modo especial biografías, tratados de arte, entre otros documentos arqueológicos juegan un papel fundamental en el proceso de investigación. Edward Carr conocido historiador inglés afirma: “La historia consiste en un cuerpo de hechos verificados, los hechos los encuentra el historiador en los documentos, en las inscripciones, etc”.

El historiador, para construir la Historia se nutre de  esas fuentes de información. Las fuentes primarias y secundarias de la historia son de enorme importancia porque estas hacen posible el análisis temporal, la explicación histórica, el diseño de instrumentos de investigación.

La Historia dispone de distintas técnicas especializadas: la observación documental, las técnicas arqueológicas, las técnicas filológicas, el análisis textual cuantificado por medio de las cuales se organiza y se operacionaliza el proceso de investigación histórica.   

La Historia como ciencia es conceptualizada desde diferentes enfoques que abordan la interpretación del complejo fenómeno histórico desde distintas épocas, diversas ideologías filosóficas y religiosas, comprenden en algunos casos también aparatos metodológicos con los que se acomete la investigación de los hechos pasados.

En la Antigüedad, en los lejanos tiempos de Grecia Heródoto y Tucýdides concebían a la Historia como una repetición cíclica de los hechos. Heródoto solo se centraba en el relato, mientras que Tucýdides resaltaba la explicación de los hechos.

Cicerón y Tácito, historiadores de la Roma antigua, partían del presupuesto que la historia es un encadenamiento de actos sociales.  Estos estudiosos resaltaron un aspecto muy importante;  el carácter social, colectivo, de los hechos que son sujeto de estudio de la historia.

En el medioevo surge la Concepción Providencialista de la Historia. San Agustín de Hipona (354- 430), sostiene en su obra La ciudad de Dios que el destino histórico de la humanidad es el cumplimiento de los designios providenciales;  el famoso teólogo y filósofo establece un nexo entre el acontecer histórico y la voluntad divina.  

Santo Tomás de Aquino (1225-1274), al proponer  la analogía del ser para expresar las relaciones entre orden y causalidad de los  seres humanos creados por Dios estableció un nexo entre las relaciones de causalidad entre los seres humanos y el ser divino. Estos nexos señala Tomás determinan el quehacer histórico que está siempre regido por un destino providencial.

Giambattista Vico (1668-1744) afirma en su obra Principios de una ciencia nueva en torno a la naturaleza de las naciones que todos los pueblos transitan por tres edades: la infancia o salvajismo, juventud o edad heroica, madurez, en esta última la civilización alcanza su más alto grado de desarrollo, pero aparece la corrupción por lo que la sociedad, la cultura vuelve a la primera edad. Explica así el proceso de la historia como un “Corsi y Ricorsi” que tiene lugar ad infinitum.

Francisco María Aroet Voltaire (1694-1778) en su libro Ensayo sobre las costumbres y él espíritu de las naciones sostiene que el desarrollo de la historia tiene lugar a partir de los progresos del espíritu humano, a estos progresos les atribuye un contenido muy profundo. Condorcet (1743-1794)  sostiene una concepción nueva del orden histórico, precisa este autor  que las principales etapas de la evolución histórica tienen estrecha correlación con el desarrollo de las artes y ciencias. 

Entre los siglos XVIII y XIX cobra gran auge el Movimiento Positivista. En ese contexto Augusto Comte (1798- 1857) fundador del movimiento  afirma que el desarrollo de la humanidad sigue tres estados de desarrollo: el teológico, el metafísico y el positivo. Un movimiento que postula ideas  diferentes aparece entonces en la escena, el  Presentismo que considera que la Historia es el pensamiento contemporáneo proyectado hacia el pasado. Este enfoque es suscrito por Benedetto Crocce, John Dewey, Charles Beard, entre otros.

La interpretación marxista de la historia surge en el siglo XIX; es  representada por Carlos Marx (1818-1883) y Federico Engels (1820-1895), los mismos sostienen en sus obras El Capital y el Antiduring que el sujeto y el motor de la historia están constituidos por la estructura socio-económica y por la lucha de clases;  afirman que la justicia social se logrará cuando se alcance un estado superior de la sociedad, el Comunismo, que lleve a la dictadura del proletariado.

DATO

La ciencia de la Historia es una ciencia social que tiene como fin el análisis del contenido del proceso histórico enfocando su interés en los hechos históricos, sus estructuras, sus distintas coyunturas y acontecimientos que exigen que el científico social reflexione sobre la propia naturaleza y esencia de los hechos históricos y de la ciencia. Henri Berr afirma a este  respecto en su obra La Síntesis en Historia:   “La crisis de la historia….el estado inorgánico de los estudios históricos…. deviene de que un excesivo número de historiadores jamás reflexionaron sobre la naturaleza de su ciencia”. 

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