La legítima defensa en tiempos de inseguridad ciudadana

En líneas generales, la legítima defensa presupone una situación de necesidad de defenderse presupone una situación de necesidad de defenderse.

En estos últimos días, hemos sido testigos del incremento de la criminalidad en las calles de Arequipa y en todo el país. La inseguridad ciudadana está a flor de piel en diferentes lugares públicos; bancos, restaurantes, farmacias, bodegas, universidades e incluso nuestros hogares, han sido escenarios de asaltos

La delincuencia sigue imparable, es una expresión que se sigue manteniendo, una política que no apunta a resolver los problemas estructurales de la sociedad, ni a presentar alternativas.  Y suena hasta anecdótico, el caso en el que delincuentes ingresan a una vivienda en Cerro Colorado para realizar sus fechorías, pero la familia se defiende y el resultado: un delincuente muerto de un infarto.

También recordemos el dueño de un chifa que mata al asaltante de dos balazos, quien ya había sometido a su hijo y esposa.

Ante esta ola delincuencial, se han registrado reiterados  casos en los que    los ciudadanos se han visto en la necesidad de recurrir a la defensa propia frente a actos delictivos, lo que ha provocado diversas opiniones.

¿Qué dicen las normas peruanas al respecto?. De acuerdo con la Constitución Política,  toda persona tiene como derecho fundamental la legítima defensa. Asimismo, el Código Penal especifica las causas que eximen o atenúan la responsabilidad penal de una persona.

Es decir, una persona está exenta de responsabilidad penal  si obra en defensa de su vida o de familiares directos, siempre y cuando exista agresión ilegítima, la necesidad racional de utilizar un medio para impedirlo y la no provocación de quien ejerce su propia defensa.

Asimismo, la agresión ilegítima, es considerada, según los especialistas, como un comportamiento que busca lesionar a otra persona o poner en peligro sus bienes, que se encuentran legalmente protegidos, de tal forma que «la agresión es inminente».

Para determinar lo ya mencionado, es necesario que tanto Ministerio Público como efectivos de la Policía Nacional del Perú realicen las investigaciones correspondientes para constatar los hechos ocurridos, el nivel de peligrosidad, la forma de proceder del agresor y de quien se defiende.

Así, la legítima defensa se da en casos de inmediatez cuando existe un agente que atenta contra la integridad de una persona o terceros y donde es necesaria una defensa adecuada para frenar la agresión.

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