Salud en el país en emergencia

Por: Carlos Meneses

A través de un decreto supremo publicado en El Peruano, el gobierno dispuso declarar en emergencia los servicios y establecimientos de salud públicos por 180 días,  «ante el grave riesgo de inoperatividad y suspensión de la continuidad de las atenciones» a los usuarios, según justificación. La emergencia abarca los servicios y establecimientos del Ministerio de Salud (Minsa) y de los Gobierno Regionales.

Según se indica el objetivo es ejecutar «medidas y acciones inmediatas y necesarias a fin de asegurar la continuidad de las prestaciones de servicios de salud a la población del ámbito nacional» y reducir el impacto negativo en la población ante la existencia de situaciones de riesgo elevado para la salud y la vida de los pobladores, así como mejorar las condiciones sanitarias y la calidad de vida de la población.

Esperemos que las autoridades, tomen en cuenta el pésimo estado de la infraestructura de salud que forma general presenta una deficiente capacidad de respuesta, una demostración clara fue en la pandemia del coronavirus,  ante las intensas lluvias, con coberturas y techos que no tienen un sistema de drenaje adecuado,  presentando filtraciones que afectan la estabilidad de la infraestructura física y el daño del equipamiento existente y ahora con los numerosos casos de dengue que azota algunas regiones del país.

Los fenómenos climáticos que se presentan este año, las reducidas coberturas de vacunación,  la limitada oferta de los servicios de salud,  ocasionada por el impacto de la pandemia de la COVID-19, sumado a ello el deterioro de la infraestructura sanitaria, han ocasionado lamentablemente  un ambiente ideal para el incremento y reaparición de enfermedades emergentes y reemergentes como el dengue, leptospirosis, la polio,  sarampión, la gripe aviar, entre otras.

La pandemia de la COVID-19 no solo ha puesto en evidencia la precariedad del sistema de salud peruano, también ha mostrado la diversidad de intereses que existen en este sistema y cómo estos intereses afectan de manera directa el acceso a la atención sanitaria.

SUMILLA

El eje del desarrollo de los países está en las personas competitivas, es decir aquellas que tienen una vida saludable. Un país sí es competitivo, debe garantizar desde los cimentos más básicos una salud y educación de calidad para sus habitantes.

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