Por: Carlos Meneses

Perú, en el presente año perdió más de S/ 10 millones por corrupción en el Ejecutivo, Congreso y Poder Judicial.  En los últimos cinco años la sensación de corrupción ha aumentado en un 81 por ciento, según  la XII Encuesta nacional sobre percepciones de la corrupción en el Perú. 

En el Perú, el tema que más preocupa a los peruanos es la corrupción, incluso por encima de la economía, la seguridad, la inestabilidad política y social.

Es conocido que el Congreso de la República no cumple apropiadamente su función de representación de los peruanos, quienes perciben la labor que realiza como muy alejada de sus preocupaciones cotidianas. Y, actualmente es una de las instituciones más desacreditadas por el comportamiento anti ético, corrupto y a veces delictivo de algunos legisladores.

Recientemente, el Congreso ha registrado cifras récord, alrededor de un centenar de legisladores afrontan acusaciones e investigaciones por su mal proceder. Vemos,  casos como los “mochasueldos”, quienes irregularmente recortaron los sueldos de sus trabajadores. Son 9 los acusados por este presunto delito, sin embargo en la Comisión de Ética tratan el caso con guantes de seda.

Asimismo, “Los niños”, aquellos parlamentarios que comprometieron su apoyo con el expresidente Pedro Castillo, a cambio de favores políticos como puestos en diversas entidades públicas. Ellos son investigados por presunta organización criminal. Otros, son investigados por agresores e incluso violación.

Estos acontecimientos de los últimos meses, tienen bastante repercusión mediática, le han costado al Congreso la confianza de los ciudadanos. Según recientes encuestas la desaprobación del Parlamento bordea el 90 por ciento, es decir de cada 10 peruanos, 9 lo desaprueban y lo consideran corrupto.

Tomando en cuenta que la presencia de un Congreso que represente efectivamente a los ciudadanos, legisle en beneficio del país y fiscalice a las demás instancias del Estado es indispensable para la existencia de la democracia, consideramos necesario que desde la sociedad civil debemos contribuir para fortalecer la labor del Congreso en el ejercicio de sus funciones prioritarias de forma transparente y eficaz.

En tal sentido, deben darse propuesta no partidaria se busquen  fortalecer las acciones fundamentales del Parlamento.  Es una tarea pendiente y se debe contribuir con la ciudadanía.