Por: Carlos Meneses

El proceso de acercamiento de Perú a la OCDE ha sido gradual. En el 2008 se inició con la aprobación de la incorporación del país como miembro observador en su Comité de Inversiones.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es una organización internacional que tiene como objetivo promover políticas que favorezcan la prosperidad, la igualdad, las oportunidades y el bienestar de las personas.

Actualmente, agrupa a 38 países  de América del Norte y del Sur, Europa y Asia-Pacífico. Estas naciones se encuentran representadas por sus respectivos embajadores, quienes forman parte del Consejo de la OCDE

La semana pasada, el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, inició el proceso de adhesión, para ello entregó el memorándum inicial a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

Otárola  visitó la capital francesa, donde presentó la candidatura peruana a la OCDE, asegurando que el Gobierno de su país tiene la voluntad de marcar una nueva etapa «en su relación con el mundo».

El que Perú sea miembro de la OCDE aseguraría contar con la asistencia necesaria para la implementación de políticas que fomenten la a prosperidad y la reducción de la pobreza en el país, teniendo en cuenta que este organismo internacional es un espacio altamente especializado donde los gobiernos pueden comparar e intercambiar experiencias sobre la aplicación de políticas económicas y sociales.

En ese sentido, la entidad internacional es una fuente de información segura y confiable en áreas tan diversas como  economía, comercio, inversiones, desarrollo social, educación, desarrollo territorial, medioambiente, administración pública, agricultura, empleo, políticas de ciencia y tecnología, entre otros.

La OCDE remonta sus orígenes a los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, cuando los líderes europeos convinieron que la mejor manera de garantizar la paz era fomentando la cooperación y la reconstrucción de las naciones que se involucraron en el conflicto bélico.

Es así que en 1961  se estableció oficialmente, como sucesora de la Organización Europea para la Cooperación Económica, que estuvo encargada de administrar la ejecución del Plan Marshall, elemento esencial para la recuperación económica de Europa y el asentamiento de los regímenes democráticos en Europa Occidental