¿Congresistas enfrentados a la población?
Por Carlos Meneses

La agresión al congresista Edwin Martínez Talavera,  en el Cono Norte, registrada el domingo último no es un caso aislado, por el contrario es algo recurrente y preocupante. Se han reportado otros casos, en los que los parlamentarios han sido recibidos con golpes, piedras, huevos, naranjas, agresiones verbales y otras actitudes de total rechazo.

Entre ellos están, el reciente caso de Edwin Martínez (Acción Popular), Germán Tacuri (Bloque Magisterial), Diana Gonzalez (Avanza País), María Agüero (Perú Libre), Tania Ramírez (Fuerza Popular), entre muchos otros que han ocurrido en diversas regiones del país.   

Ayer, los congresistas de inmediato manifestaron su rechazo contra la agresión que sufrió el parlamentario Edwin Martínez (Acción Popular) en Arequipa.

Si bien no hay justificación para cualquier acto de violencia, los legisladores deben tener en cuenta que ello es una llamada de atención y aunque no es la mejor forma que la ciudadanía haga hacer sentir su rechazo, los parlamentarios lejos de victimizarse deben reformular su labor que les permita mejorar su relación con quienes le dieron su voto y por eso ahora ocupan una curul en el Parlamento.

Insistimos, el Congreso está totalmente desacreditado y con una desaprobación que supera el 90 por ciento, según últimas encuestas. Recordemos que según una columna de opinión de The Economist «Perú tiene un presidente incompetente (Castillo) y un Congreso desacreditado».

Este poder del Estado es elegido por el pueblo. Es el pueblo «representado». Es el primer poder del Estado. ¿Por qué es desaprobado por la mayoría de la población? No tiene sentido. Los congresistas no son elegidos por extranjeros o extraterrestres, sino por los peruanos.

SUMILLA

Desde hace años el Congreso de la República tiene una baja aceptación, fluctuando la desaprobación en rangos por encima del 80% de la población encuestada.

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