Desplome en las expectativas empresariales
Por Martín Taype – El Montonero

De acuerdo a la última Encuesta Mensual de Expectativas Macroeconómicas del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), publicadas en su resumen informativo semanal del 6 de julio del presente año en su página web, hay un desplome en las expectativas empresariales porque la mayoría de los indicadores se mantienen en terreno pesimista (índice menor a 50). Así tenemos que el índice de la economía a 3 meses se ubica en 43 puntos, el índice del sector a 3 meses se ubica en 45 puntos, el índice de contratación de personal a 3 meses se ubica en 47 puntos y el índice de inversión de su empresa a 3 meses se ubica en 45 puntos.

El concepto de las expectativas empresariales básicamente se refiere a las previsiones que los distintos agentes económicos realizan sobre la situación futura de las variables económicas que son relevantes en la economía de una nación o zona geográfica. Para esta previsión se tiene en cuenta no solo datos estadísticos históricos, sino también la evaluación del posible comportamiento futuro, teniendo en consideración las estimaciones que se tengan sobre las políticas de gestión en una economía y el comportamiento del mercado a nivel nacional como internacional. Recordemos que una variable económica es la representación de un concepto económico que puede medirse o tomar diversos valores numéricos, como el Producto Bruto Interno (PBI), la inflación, el desempleo, el tipo de cambio, los cuales influyen en la inversión y el consumo. 

Los resultados de la citada encuesta no me sorprenden. El desplome en las expectativas empresariales se debe, a entender de muchos, a la falta de confianza presente y futura sobre la marcha de nuestro país, dados los problemas de nuestro contexto interno ya por todos conocido, siendo relevante la percepción de inestabilidad política, y del manejo económico ante los efectos del fenómeno de El Niño costero que vienen afectando nuestra economía en materia de infraestructura y cosechas y a nuestra población en términos de salud (como la epidemia del dengue o el avance del síndrome de Guillain Barre). Si además a todo ello le sumamos las constantes denuncias de corrupción en diversos medios, la situación se pone crítica, pero también es relevante la percepción sobre las acciones que tome el Gobierno ante el adverso contexto económico y geopolítico externo.

Tengamos presente que la economía de un país avanza en base a las inversiones del sector privado y del papel promotor del Estado hacía éstas, apoyando a las Micro y Pequeñas Empresas (mypes), que son los mayores generadores de empleo en el país, pero también a los grandes proyectos de inversión dado su efecto multiplicador en la economía en distintos sectores, pero teniendo en cuenta el respeto al medio ambiente, la responsabilidad social y los derechos laborales, teniendo como eje las negociaciones laborales en base a un diálogo sincero y transparente a fin de prever conflictos sociales y laborales. 

Por ello es necesario revertir la caída en las expectativas empresariales, siendo clave generar confianza en los agentes económicos. Y solo se logrará en un clima de estabilidad, que el Gobierno conjuntamente con los Poderes Legislativo y Judicial, enfrenten eficaz, eficientemente, con transparencia y sin medidas populistas, dentro del marco constitucional, los problemas de nuestro contexto interno. Y tomar acciones proactivas ante el adverso contexto económico y geopolítico externo que impacta en nuestro país. 

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