Por Erika Romero D.

El propio Consejo Regional de Arequipa debe revisar los incrementos salariales de 3 mil soles que han sido decididos en 18 gerencias y subgerencia de la institución en funcionarios con rangos calificados como F5 y F4.

Normalmente en toda empresa los funcionarios que destacan en sus labores son reconocidos por sus jefes y tienen bien ganado el derecho de recibir alientos que incluyan ascensos o aumentos de haberes; pero eso, lamentablemente, no pasa en la mayoría de las empresas u organizaciones estatales donde por fallas en el comportamiento de los encargados se producen atrasos y pérdidas.

Por eso y por la realidad que vivimos en Perú y al parecer también en Arequipa, los organismos encargados de custodiar correctas inversiones y procederes están sometidos a vigilancia. El primer eslabón de cualquier cadena de este tipo empieza en el lugar donde se trabaja.

Por ello y por la cada vez más polémica acción de gobiernos regionales y municipales, que accedieron al poder a comienzos de año, llama la atención que en el Gobierno Regional de Arequipa se haya producido incremento de haberes del orden de 3 mil soles a 18 funcionarios de nivel alto.

Así que todos aquellos que se encontraban contratados con la modalidad F5 tienen ahora 9 mil 600 soles, en lugar de los 6 mil y pico que ganaban, y en el caso de otros que tenían la categoría de subgerentes y jefes de oficina de S/ 3800 han pasado a ganar 7 mil.

Ocurre que este aumento se produce en dependencia que tiene cuestionamientos, no solo de la Contraloría General de la República, sino también obras inconclusas y algunas otras perlas que motivan inquietud colectiva e incluso observaciones por parte de miembros del Consejo Regional, quienes señalan que los agraciados no están haciendo lo debido para agilizar la crisis institucional que confronta la región.