Chaccu en Arequipa: Salvando a las Vicuñas y Preservando una Tradición Centenaria en la Reserva de Salinas y Aguada Blanca
En las majestuosas faldas del volcán Chachani, la comunidad de Tambo Cañahuas en Yanahuara, Arequipa, lleva a cabo una impactante práctica ancestral: el chaccu. Más de 130 comuneros se unen para realizar un acorralamiento momentáneo de las vicuñas, cautivando a estas frágiles criaturas con cuerdas de colores y el apoyo de motocicletas. El objetivo: esquilar las vicuñas para preservar su fibra única y dejarlas en libertad. Este proceso, que se desarrolla en la zona núcleo de la Reserva de Salinas y Aguada Blanca, a 4,000 metros de altura, es un testimonio de la valiosa conexión entre tradición y conservación.
Aunque la técnica del chaccu se remonta a épocas prehispánicas, su resurgimiento en los años 90 ha sido esencial para proteger a estas emblemáticas especies de la extinción causada por la caza furtiva. En contraste con la triste realidad en Chumvibilcas, Cusco, donde recientemente se sacrificaron más de 90 vicuñas por su piel, el chaccu se presenta como una esperanzadora alternativa. Los comuneros afirman que «Vicuña esquilada es vicuña salvada», eliminando el incentivo para la caza furtiva.
La sostenibilidad es clave en este proceso. La fibra de vicuña, considerada la más fina del mundo, se vuelve un recurso valioso para las comunidades locales. Su venta, que oscila en torno a los 400 dólares por kilo, beneficia directamente a los habitantes de Tambo Cañahuas, quienes también participan en programas de guardaparques. Además, el chaccu se lleva a cabo de mayo a noviembre, respetando la temporada y permitiendo que cada animal sea esquilado solo una vez al año.
En este emocionante martes, coincidiendo con el XII Festival de Chaccu coorganizado con el distrito de Yanahuara, la comunidad celebra seis arreos más en la temporada, demostrando que la tradición y la conservación pueden unirse para proteger a las vicuñas y enriquecer a las vidas de quienes cuidan de ellas.