Por: Carlos Meneses

Tenemos que felicitarnos de este acierto en favor de la provincia principal de Arequipa y saludar la iniciativa del gobierno de Boluarte de hacerla realidad como evidencia del propósito de acercamiento del centralismo a la descentralización arequipeña.

Como casi siempre ocurre en Perú la carretera Arequipa-La Joya fue anunciada como proyecto hace 10 años y un acuerdo entre el Ministerio de Transportes (MTC) y el Gobierno Regional de Arequipa podría determinar que en un par de años esté terminada, incluyendo el puente de acero construido en Italia, que está en proceso de instalación y que debe estar terminado en 10 meses más.

Esta vía descongestionará la Variante de Uchumayo y reducirá el tiempo que quienes la utilicen serán beneficiados con una ruta rápida hacia la sierra, disminuyendo el tiempo de su uso en aproximadamente la tercera parte del que se utiliza ahora por la Variante.

El MTC acudirá no solo con su experiencia técnica, sino con el uso de elementos de apoyo como el sistema de obra por impuestos para recibir también la colaboración de empresas privadas y es probable que a lo largo de su extensión surjan lugares de cultivo o pequeños pueblos.

La ministra del ramo, Paola Lazarte señaló que el empeño que se pondrá en la nueva ruta significará una reducción del tiempo que ahora demora la Arequipa-La Joya, vía variante de Uchumayo, de 30 minutos lo que permitirá un tránsito entre costa y sierra y una inversión de 500 millones en esta parte del país.

Conocida es la necesidad de que La Joya se convierta en una pequeña ciudad intermedia cuyo desarrollo se pueda vigilar permanentemente en remplazo de la caótica situación que vive El Pedregal ciudad que se consideró como satélite arequipeño de la ciudad capital.

Esa es otra bondad de los trabajos que se iniciaran el 2024, agotados que sean los estudios técnicos indispensables y hasta ahora inexistentes.