100 consejos para llevar un buen negocio familiar
El manejo financiero, la inversión y la transición son fundamentales a la hora de manejar una organización.
El administrador de empresas Pablo Montalbetti Solari brinda una serie de consejos para poder sobrellevar un negocio familiar en el Perú en su libro «100 Preguntas y Respuestas sobre Empresas Familias». El propósito de esta obra es promover buenas prácticas que garanticen una mayor viabilidad a largo plazo para estas organizaciones.
Con más de 45 años de experiencia asesorando a empresas familiares, Montalbetti, decano de la Facultad de Administración y Negocios de la UTP ha identificado soluciones clave para los principales desafíos que enfrentan estos negocios. En primer lugar, destaca la importancia de aplicar buenas prácticas de gobierno corporativo, como la incorporación de directores independientes en la empresa, la designación de un gerente general no vinculado y la conformación de un comité de auditoría.
Otra recomendación crucial se relaciona con la prudencia en la gestión financiera, evitando la confusión entre las finanzas familiares y de las de la empresa. El autor enfatiza la necesidad de reinvertir los excedentes generados por el buen desempeño de la empresa en lugar de distribuirlos como utilidades. Es esencial destinar la mayor cantidad de recursos a la reinversión en los primeros años para fomentar el crecimiento del negocio. Además, se resalta la importancia de planificar una transición efectiva a las próximas generaciones para asegurar la continuidad del legado empresarial.
Según Montalbetti, los fundadores de empresas a menudo hacen sacrificios significativos para sacar adelante su negocio, lo que puede llevar a que sus hijos no deseen seguir sus mismos pasos. Las estadísticas respaldan esta afirmación, mostrando que solo el 30% de la segunda generación hereda la empresa, generalmente con un nivel educativo superior, incluyendo maestrías.
Mientras que solo el 14% de la tercera generación hereda la empresa, y del 4% al 5% son de la cuarta. Estas nuevos grupos etarios son conscientes de que se requieren cambios significativos en la estructura de gobierno, la cultura empresarial y la gestión de estas empresas para garantizar su viabilidad a largo plazo. Además, muchos de ellos se sienten motivados a emprender en el ámbito de las «startups» y la tecnología, lo que, en ocasiones, resulta en un gran éxito.