Por: Carlos Meneses

Lo menos que puede esperar la ciudadanía es un informe de los logros alcanzados en su polémico viaje a Europa que, ciertamente, autorizado por el Congreso le permitió ir a Alemania e Italia y regresar con un avión que llevó a su séquito de cerca de 40 personas, a los que agregó un grupo de turistas recogidos en Tel Aviv, llevados a Roma y todos juntos volvieron a Lima.

Tendrá que explicar si para entrevistarse con el presidente alemán, que no gobierna el país porque quien lo hace es el presidente del Consejo de Ministros, tenía necesidad de tal número de acompañantes y de utilizar un avión de la Fuerza Aérea que corrió riesgo de abastecimiento y tuvo que detenerse en el camino para cargar combustible.

De seguro el Congreso también espera los datos que justifiquen el viaje y las ventajas obtenidas por el Perú en tal empeño.

Hasta ahora lo concreto y específico es la entrevista, el saludo y el intercambio de regalos con el papa Francisco, así como el diálogo que sostuvo con él y al que le acompañaron 8 funcionarios de la delegación peruana, rompiendo precedentes, pues, generalmente, el santo padre sólo recibe a los jefes de Estado y un máximo de 2 personas que incluyen a cercanos familiares o a los ministros de Relaciones Exteriores.

Es importante también que el gobierno dé explicaciones sobre lo ocurrido con los peruanos que fueron sorprendidos por la guerra del Medio Oriente. La mayor parte regresó con sus propios recursos y medios o por las empresas turísticas contratadas, un número menor se acogió al ofrecimiento del avión presidencial.

Lo cierto y definitivo es que hubo otras naciones que han cumplido un papel más destacado en el rescate de sus conciudadanos que fueron afectados por el choque entre árabes y judíos.

Las inquietudes ciudadanas y del Congreso se tradujeron en una propuesta de vacancia presidencial planteada por un sector del parlamento, pero que a todas luces es insuficiente para obtener esa demanda.

SUMILLA

El país necesita saber por qué tenía que llevarse a tanta gente a un viaje con labores específicas y lo más relevante del mismo fue, sin duda, la entrevista con el papa por los lazos cordiales y amistosos entre la Santa Sede y el católico Perú.