Por: Karely Linares H.

Solamente 25 médicos veterinarios trabajan en centros de salud del Minsa.

AREQUIPEÑOS NO VACUNAN A SUS MASCOTAS

Ante la creciente demanda de veterinarias en Arequipa, empíricos y técnicos han aperturado clínicas “bambas” en diversos puntos de la Ciudad Blanca, poniendo en riesgo la seguridad y bienestar de los animales. El Colegio Médico Veterinario Departamental Arequipa detectó que el 60% de las clínicas veterinarias de Arequipa operan bajo la informalidad, ya que no cuentan con autorización sanitaria. 

El decano del Colegio Médico Veterinario, Jorge Sánchez Zegarra, explicó que gran parte de las municipalidades no han estado exigiendo la autorización sanitaria a estos establecimientos. Estos documentos deben ser solicitados a la Gerencia Regional de Salud de Arequipa (GERESA), la cual verifica si estas clínicas son dirigidas por veterinarios profesionales acreditados y habilitados.

Para abordar esta problemática, la referida orden profesional ha mantenido conversaciones con los encargados de fiscalización para clausurar estos establecimientos. Hasta la fecha, la Municipalidad Distrital de Cerro Colorado ha cerrado 9 locales, mientras que la Municipalidad Distrital de Paucarpata ha hecho lo propio con 5 o 6 establecimientos.

Para verificar si un centro veterinario cuenta con la debida autorización, se debe visitar el sitio web del Colegio de Veterinarios de Arequipa e ingresar al enlace de buscador de colegiados. En esta herramienta, se debe introducir el nombre completo del médico veterinario para determinar si está debidamente habilitado y colegiado.

AUSENCIA DE PROFESIONALES

Ante el alarmante aumento de los casos de rabia canina, el decano del Colegio de Veterinarios, Sánchez Zegarra reveló que solo hay 20 a 25 profesionales trabajando para los centros de salud del Estado.

“Estos profesionales de la veterinaria estarían desempeñando sus labores en la Gerencia Regional de Salud, el Hospital Regional Honorio Delgado Espinoza y el Hospital Goyeneche y una cantidad mínima de veterinarios se encuentran trabajando en los centros médicos locales. Es imperativo que todos los centros de salud dispongan de al menos un veterinario para respaldar las campañas de vacunación contra la rabia”, refiere Sánchez Zegarra.

POBLACIÓN NO VACUNA A SUS MASCOTAS

De acuerdo a las estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), por cada 20 casos de rabia canina, existe la posibilidad de que se presente un caso de rabia humana. Lamentablemente, en la actualidad, estas cifras parecen estar manifestándose en Arequipa, ya que se han reportado 37 casos de rabia canina y se ha confirmado un caso de rabia en humanos, además de la existencia de otros casos sospechosos.

Ante este panorama, el médico veterinario, resaltó la labor de la GERESA por la implementación de los cercos epidemiológicos cuando se notifican casos de rabia, así como la realización de campañas de vacunación antirrábica en colaboración con las municipalidades locales. Sin embargo, señaló que los profesionales de la salud han enfrentado dificultades para controlar la propagación del virus debido a la falta de interés de la población en vacunar a sus mascotas. La respuesta de la ciudadanía no ha sido la más adecuada en este sentido.

 Sánchez Zegarra, aseguró que tanto las vacunas distribuidas por la Geresa contra la rabia como las que ofrecen las clínicas veterinarias privadas son de alta calidad, pasando por rigurosas pruebas y certificaciones. La única diferencia radica en el precio, ya que, en las veterinarias privadas los clientes deben desembolsar entre S/. 20 y S/. 50 por una inoculación antirrábica para inmunizar a sus mascotas.

En cuanto a los efectos adversos de las vacunas para caninos, es importante mencionar que siempre existe la posibilidad de reacciones alérgicas, no solo en respuesta a la inmunización contra la rabia, sino también a otras vacunas. Estas alergias pueden manifestarse de diversas maneras, desde síntomas leves como la pérdida de apetito hasta problemas graves como el shock anafiláctico, que se caracteriza por la hinchazón de la garganta y dificultades respiratorias.

Cabe destacar que aproximadamente uno de cada mil perros puede reaccionar negativamente a estas vacunas. En caso de que se observe algún efecto adverso en las primeras 24 horas, es esencial que la persona lleve a su mascota a un médico veterinario de confianza para que se le administre el tratamiento más apropiado.