El individualismo, el enemigo de la humanidad del siglo XXI

Por Alicia Barco Andrade – Comunicadora digital, filósofa, periodista colegiada, docente, empresaria, estratega, mujer política del siglo XXI.

Nos han hecho creer, a lo largo del siglo XX, muchas mentiras: políticas, económicas, sociales que han configurado un sistema anti-humano que hoy, está fallando para el futuro de la humanidad. Defender la educación, realzando la búsqueda de la verdad y el despertar de las consciencias desde el pensamiento crítico es lo que más necesitamos. El individualismo, excesivo, mata toda posibilidad hacia el desarrollo comunitario.

Saludos estimados lectores, es grato nuevamente escribir, desde este espacio de análisis, frente los nuevos acontecimientos políticos del Congreso de la República, que me hacen reflexionar, hacia dónde está yendo nuestra Educación y el futuro de las generaciones de nuestros estudiantes.

¿Cómo es posible que se haya aprobado el nombramiento de casi 15 mil profesores interinos, sin examen, sin meritocracia, sin elegir a los mejores docentes para nuestros hijos?

Es lamentable, una vez más, no haya consciencia de bien común, sino intereses individuales políticos. ¿Qué tanto daño ha hecho el individualismo en el mundo? ¿Hemos entendido mal la primacía del yo vs. el desarrollo del yo con el otro? o ¿es que hemos tergiversado el aporte de la sociología sin la luz de Dios? ¿Qué corrientes filosóficas de la humanidad heredamos y no han contribuido al Bien Común?

La Edad del Medioevo (S. X – XIV)

En la Edad Media se desarrolla el concepto del alma individual humana y de la salvación individual. Estas fueron la base para el concepto más elaborado de individualismo que conocemos hoy. Sin embargo, que tengamos un alma individual – única e irrepetible – no significa que la naturaleza espiritual del ser humano sea en solitario o aislada del mundo. Necesitamos estar en el mundo. Desarrollarnos con el otro, para ser felices. Hoy, siglo XXI está demostrado que la felicidad del ser humano se expande en comunidad.

En 1440 con el nacimiento de la imprenta, el acceso a la lectura y a la difusión de los primeros libros contribuyó a la propagación de las diferentes ciencias particulares y al pensamiento filosófico de la modernidad, desde que nace la ciencia. Sin embargo, la sociedad estamental, heredada del medioevo, dividida por clases sociales, aún permanece en nuestros días.

La Edad Moderna (S.XV – XVIII)

Con el nacimiento de la ciencia, las dos corrientes de pensamientos más influyentes para la modernidad y contemporaneidad, fueron el racionalismo y el empirismo; sus máximos ponentes, por un lado, René Descartes, Enmanuel Kant, y Spinoza, respectivamente. Estos a su vez, influyen en el desarrollo socio cultural de los años y siglos posteriores, con nuevos autores como Schopenhauer, Malenbranch, Wolff, hasta llegar a Heidegger, con la determinación falsa, de que no somos más que seres finitos, sin ninguna trascendencia divina ni espiritual.  

Ambas corrientes del pensamiento filosófico, producen nuevas corrientes ideológicas que darán originen a otras nuevas. Entre ellas el materialismo histórico de Hegel y las teorías políticas de Hobbes y Machiavello.

La filosofía al ser la madre de todas las ciencias, buscar la verdad por sus causas últimas y primeras a la luz de la razón. La última Causa Incausada es Dios. Pero cómo estos autores entendieron a Dios, al hombre y su relación con la sociedad y el mundo, de modo aislado, termina siendo explicaciones sesgadas si se parte de un entendimiento antropológico incluso, divido entre las mismas partes que componen al ser humano. El ser humano no es alma y cuerpo separado. Es una naturaleza integrada, es una unidad. Es reflejo de su Creador. Todos los pensadores de la modernidad se olvidaron de la filosofía más acertada humana, que pudo existir para el mundo, la política, la democracia, la ética y la metafísica: Aristóteles, Platón, Sócrates.

La Edad Contemporánea:

Fueron muchos pensadores los que influyen en estos siglos hasta el siglo XIX y XX. En creación de los estados modernos y la visión política de la sociedad, Maquiavelo, en la literatura, en la sociología, en el Derecho, la Educación y la moral. Creería más bien, que el pensamiento de Tomas Hobbes– junto al de Marx-  es el que más daño ha hecho. “Hobbes plantea que para que los hombres puedan vivir juntos sin caer en la anarquía y la guerra, es necesario un Estado fuerte y autoritario. Para lograr esto es imprescindible establecer una relación de soberanos y súbditos entre los hombres”.

Es decir, si la sociedad no está “controlada” por las leyes, o supeditadas a ellas, el ser humano es un enemigo para otro ser humano. Lo que significa que el individualismo muy mal entendido, tiene su origen en una concepción falsa. El ser humano no nace malo, se convierte en un ser egoísta por hacer un mal uso de su libertad. El ser humano tampoco se desarrolla en el miedo. Es cierto que las leyes y el Derecho sirven para proteger la dignidad y los derechos individuales de las personas, pero las leyes son normas positivas, fácticas, “en caso que”, no son fundamentos ontológicos explicativos de la realidad del hombre ni de su relación con los demás. El ser humano en esencia es un ser social, relacional y necesita de la comunidad, de la familia, de sus amigos para realizarse.  

Sin duda, los gobiernos totalitarios del siglo XX – nacismo, fascismo, comunismo – surgen con una visión del Mal. Nunca estuvieron al servicio del bien común. Hicieron uso y abuso del poder, con el mal uso de los medios de comunicación para manipular a las masas, para controlarlas y dominarlas. Esos gobiernos jamás estuvieron, ni estarán, al servicio de los intereses de las personas. Sino más bien al servicio de los intereses políticos. El socialismo con la teoría marxista, acompañado del maoísmo, entró en la sociología, en el constructivismo y la pedagogía, mientras se desarrollaban los estados modernos, y Hobbes consideraba el orden de la sociedad, desde la concepción de que “El hombre es un lobo para el hombre”. Como ideologías no han contribuido – jamás- al progreso, ni a trabajo, ni al bienestar social. Sino todo lo contrario. Empobrecimiento de las sociedades, miedo, terror y muerte. Acá está el origen del individualismo más atroz. La perversión egoísta del ser humano, de solo “salvarse a él mismo”.

Bien lo menciona el filósofo y sociólogo, Zygmundt Bauuman, en estos tiempos líquidos de modernidad, no hemos resuelto ningún problema social, porque el individualismo ha debilitado los vínculos humanos y las injusticias o desigualdades, por gobiernos socialistas han empobrecidos tanto a las clases sociales menos privilegiadas, que las han convertido en miserables.

La herencia cultural del siglo XX y las inmensas metas del siglo XXI.

El siglo XX fue un siglo de mucha sangre, terror, y excesiva violencia. Tenemos una sociedad politizada: Izquierda y Derecha. Heredamos la concepción del ser humano explotado.  Mariátegui sigue vigente. La realidad educativa de nuestro país es una brecha compleja, fruto de un problema estructural profundo de la división entre los actores sociales de una Nación, que son: El Estado, el Sector Privado y la sociedad civil. Hasta ahora no superamos esta brecha. El Estado quien es garante de nuestros derechos, no es el único responsable actor que podría satisfacer esta demanda social. Se ha creído desde siempre, que el Estado es el único que debe atender la necesidad humana del educando, cuando esto, en Países desarrollados no es así. El problema es que el Perú ha crecido desde el concepto de una economía mercantilista que ha impulsado un crecimiento económico más no, un modelo de desarrollo económico, político, social.  Este modelo exige romper los individualismos. Este modelo exige Visión País integrado. El concepto de desarrollo económico, político y social, contempla la integración del esfuerzo conjunto, para dar solución a los problemas. El Perú necesita de reformas y políticas públicas en beneficio de todos los peruanos, y no solo de una clase privilegiada. Pero, sobre todo, de personas con valores, personas pensantes, hacia el Bien Común. Ciudadanos conscientes y, sobre todo, Buenas personas para que sean Excelentes Profesionales. La palabra clave es el compromiso de vernos con amor, para construir juntos esa Patria llamada Perú. Y es solo la Educación, el conocimiento y la formación humana que lo forja. 

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