Programas sin contenido versus elección con sabiduría
Por: Jorge Delgado- Rerum Novarum.
A diario se difunden noticieros y programas en la televisión, que en realidad desinforman o deforman las noticias. Primero con noticias sensacionalistas y luego la mayoría explota la violencia ciudadana como noticia.
Los programas que preferentemente ve la ciudadanía, son programas que, en vez de contribuir a la formación de juicios de valor, simplemente los duerme o destruye.
Pocas son las personas que así lo perciben, por ejemplo trato y elijo el informarme, no veo ningún noticiero hace ya algunos años; es más, he anulado mi suscripción al cable, y eso que tengo 62 años, porque me he dado cuenta que por internet de acuerdo a mi demanda elijo lo que quiero ver y lo que dejo de ver u oír tarde o temprano va a llegar a mí, pero no me pierdo la lectura de un buen periódico o revista, que sí deleitan al lector informado de cada día.
La gran mayoría de medios y en general el sistema, dan vueltas sobre lo mismo, con temas muy puntuales, ejemplo la seguridad ciudadana y la corrupción. Todos los días, absolutamente todos los días, hay una noticia de este tipo, como si fuera algo nuevo, como si nuestro cerebro se sorprendiera, pero es más de lo mismo. Es como si estuviéramos dormidos, siendo nuestros dialogos diarios referidos a tales sucesos. Nunca contribuyendo a la formación de juicios de valor, de conciencia.
En otros programas populares, la noticia es la vida de las personas “famosas” sobre todo cuando hacen algo que se considera sensacionalista. Estos personajes no aportan absolutamente nada de valor a la formación de la conciencia ciudadana, lo que sucede todos los días, siendo otra vez aquél el tema de conversación.
O programas disfrazados de “deporte” que en realidad no promueven el deporte, que no tienen ningún contenido en sí, pero otra vez son el tema diario de conversación.
En general son muy pocos los medios o los programas con contenidos que por libre elección el ciudadano los incorpora como valioso elemento para formar su conciencia, ya sea ciudadana o personal.
También muy interesante, es que, para no ver nuestras propias fallas, rápidamente echamos la culpa a otros de lo sucedido, como el emitir el voto responsable, que cuando mal se elige se responsabiliza a otros y no a uno mismo.
El tema de la conciencia ciudadana que está muy ligada a la pobreza formativa y educativa de las personas, es reflejada en las cadenas familiares, no solamente en las personas de menores ingresos, porque el conocimiento no significa formación y educación. Ejemplo, una persona con dinero puede ser un patán. Otro ejemplo, y lastimoso, los políticos que elegimos.
La sabiduría es fruto de la conciencia, que no tiene nada que ver con el conocimiento.
Hoy en un bus, una jovencita bien vestida, agraciada, en o con formación universitaria, al ver subir una persona mayor o con habilidades diferentes, muy difícilmente le cederá el asiento. Esto es conocimiento versus sabiduría.
Una persona con bajos recursos, si cede el asiento es sabia, por eso el conocer no es sabiduría, es ser consientes.
Ojalá alguna vez todos nos demos cuenta y elijamos con sabiduría.