El hijo de Pisco-Playa

Por: José Luis Luján Cárdenas

En el marco del 383° aniversario de la fundación de Pisco, el 23 de noviembre, el presidente del Congreso de la República entregó un diploma de honor al afamado escultor Joel Meneses Fonseca por su contribución al arte, la historia y la cultura nacional durante 43 años de vida profesional, gracias especialmente a sus esculturas inspiradas en los pescadores, los peces, las aves, la arena, los vientos paracas, la vida y la naturaleza marina del sur del Perú.

Un justo homenaje para el hijo de Pisco-Playa que con su destreza en técnicas como intaglio, litografía y xilografía e integrante del Taller 72 (1985 y 1987) participó en 18 exposiciones colectivas internacionales y 22 individuales en el Perú, Puerto Rico, Argentina, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Bolivia, Hungría, Francia y Canadá; ha recibido el Gran Premio de Escultura Banco Central de Reserva del Perú y el Gran Premio de Escultura en Metal ARMCO Peruana.

Graduado con honores (1980) en la Escuela Nacional Autónoma de Bellas Artes, especialidad de Escultura en 1980 (tiempo después llegó a ser su director, en dos períodos), está casado con la pintora Patricia Fernández-Prada y su hija Mariana, también escultora. Posee el título de Profesor en Artes Plásticas y desempeña labores actualmente en Corriente Alterna. La belleza y el mensaje de sus esculturas en madera, cuerdas y otros materiales han recibido elogiosos comentarios de críticos y curadores como Teodoro Núñez Ureta, Luis Lama Mansur, José Torres Bohl, Carlos García Montero y Élida Roman.

El merecido homenaje congresal se realizó en la sala Alberto Andrade Carmona, donde un grupo de congresistas recordaron a Pisco (del quechua pisku), como simbiosis de las culturas Paracas y Nasca, fundada en 1640 como Villa de San Clemente de Mancera (gobierno del virrey Pedro de Toledo y Leiva), aunque el cronista Guaman Poma de Ayala señaló que fue creada en 1615 como la “villa de Piscuy” (gobierno del virrey don Martín Enríquez).

Pocos conocen que el maestro Joel Meneses tuvo como vecino en Pisco-Playa a otro gran y olvidado escultor: José Luis Peña y Peña (1920-2003), autor de los monumentos al general San Martín (plaza de Armas de Pisco) y de don Ramón Castilla (plaza del mismo nombre o Unión en Lima).

Más recordemos que Pisco aún sana sus heridas causadas por el terremoto del 2007, aunque en 1682 sufrió otro de similar gran magnitud, y en 1682, un maremoto arrasó con la ciudad. Pero nada lo detuvo para que fuera cuartel general del Libertador don José de San Martín, cuna de la bandera nacional, bajo la protección del Señor de la Agonía y de la milagrosa Beatita de Humay. Posee una envidiable riqueza biomarina y ecosistémica por la Reserva de Paracas, registra ruinas incas en Tambo Colorado y un misterioso y gigante Candelabro en sus costas. Todo este universo es la inspiración del escultor Joel Meneses Fonseca.

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