Una explicación a los problemas de la economía

Por: Christian Capuñay Reátegui

Douglas North, ganador del premio Nobel de Economía en 1993, explicó la relación entre instituciones y desarrollo económico. A grandes rasgos, sostuvo que para lograr un progreso sostenible en ese ámbito es preciso contar con instituciones sólidas y eficientes en la medida de que estas establecen las reglas de juego y permiten un intercambio económico complejo y exitoso.

Desde esa perspectiva, podría afirmarse que, aun cuando el contexto internacional mejore, nuestra economía continuará andando a paso rengo dado que las instituciones no están configurando las condiciones más propicias para el progreso sostenible de la actividad productiva.

El problema es que algunas instituciones pareciera que se encuentran bajo asedio del poder político. Piénsese, por ejemplo, en los esfuerzos de algunos sectores por incluir a las autoridades del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) entre los funcionarios pasibles de ser acusados constitucionalmente, algo que la ley no permite. Lo criticable, además, es que quienes impulsan estos cambios son quienes responsabilizan a estos organismos de los malos resultados que obtuvieron en recientes comicios.

Similar juicio puede hacerse respecto a los intentos del Congreso por apartar de sus funciones a los actuales miembros de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), acción que, de concretarse, podría compararse a la decisión del Parlamento de destituir en 1997 a tres miembros del Tribunal Constitucional que votaron en contra de la ley que permitía la tercera reelección del entonces presidente Alberto Fujimori.

Es probable que, si la autonomía del Banco Central de Reserva no estuviera consagrada en la Constitución, también estaría en la mira de varios sectores políticos.

Basta tales ejemplos, a los que podrían adicionarse algunos más, para entender por qué nuestra economía no levanta vuelo y por qué es probable que no vaya a dinamizarse como la mayoría del país espera. En este contexto, los programas de incentivo, como Con Punche Perú, entre otros, servirán, pero es probable que sus efectos sean momentáneos.

Por ello, es preciso que la ciudadanía tenga claro quiénes son los que continuamente están abonando esta crisis para que, llegado el momento, le exija rendir cuentas y asumir su responsabilidad.

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