El papel transformador de la educación
Por Angélica Vargas Machuca Guzmán
Más allá de lo académico. La educación, si bien debe formar y fortalecer las competencias académicas de los estudiantes, tiene la responsabilidad de cultivar un pensamiento crítico, empático, creativo e innovador que permita no solamente adaptarse a los nuevos tiempos, sino además a aportar desde un espíritu colaborativo a que sus proyectos e iniciativas respondan con efectividad, agilidad y responsabilidad a los retos que un contexto tan volátil, incierto, complejo y ambiguo (VUCA, por sus siglas en inglés) nos desafía y compromete.
En esa misma línea, la educación contribuye a proporcionar herramientas tecnológicas, así como acceso a información que contribuya a una sólida formación profesional y personal. El acceso a la tecnología permite a los y las jóvenes desarrollar su potencial innovador. Por ejemplo, las tecnologías modernas como XR (RA y RV) o inteligencia artificial son una muestra de todas las herramientas a las que puede acceder esta generación desde edades tempranas.
Vivimos en un planeta hiperconectado, con una generación que se vincula en su día a día con culturas y realidades distintas a través de redes sociales, noticias que viajan en segundos, entre otros. Contribuyen a una generación con una perspectiva que trasciende fronteras, por lo que la educación puede potenciar a que su formación promueva agentes de cambio con una visión más amplia y global también.
Compromiso con la Sostenibilidad. Desde las aulas es posible que los y las estudiantes identifiquen las problemáticas urgentes a las que puedan contribuir desde sus destrezas y competencias, ya sea mediante el diseño y ejecución de proyectos estudiantiles o a través de fomentar y fortalecer su compromiso con la sostenibilidad y equidad.
El rol que juega la educación en la formación y fortalecimiento de agentes de cambio no comparte y transfiere únicamente conocimientos y prácticas, sino también potencia el compromiso social y potencial innovador de los y las estudiantes. Los líderes de una generación que, si bien se enfrenta a nuevos desafíos, viene recargada con nuevas habilidades, actitudes y un compromiso social bastante sólido.