Las marchas por la paz
Por: Carlos Meneses
Los peruanos queremos y amamos la paz y la mejor demostración la están dando los sectores de construcción civil que a tanta gente ocupan y que mantienen en esperanza a todo aquel que quiere una casa propia.
En momentos en que arrecia la delincuencia y la violencia y ante la cercanía de la fiesta del amor y la amistad son convenientes las manifestaciones ciudadanas en favor de la paz y de la tranquilidad entre peruanos y en general la fraternidad entre las mujeres y hombres del mundo entero.
Es bueno precisarlo porque, desde hace tiempo, diciembre es un mes malo para todos los peruanos y ahora es necesario meditar sobre lo contrario y buscar formas de vivir bien, lograr fortaleza de espíritu para convenir en que el destino del Perú siempre será más grande que los problemas que confronten los que aquí viven.
Unidos en el deseo de esperar mejor destino para los jóvenes y los niños, ayer en Lima y en todo el país se han celebrado encuentros de amistad y demostraciones de qué quieren los peruanos.
Al igual que los empresarios y trabajadores de la construcción civil debemos hacer un alto en todo lo malo para alcanzar el éxito deseado en conversaciones y en fraternidades. Sí, es posible lograrlo.
Si lo hicieron en construcción civil por qué no en todos los demás sectores, incluyendo la política. Hay que devolver la paz a los hogares, fortalecer la voluntad de superar coyunturas adversas y una forma de manifestarlo es en la calle, en el lugar por el que todos caminamos con el propósito de continuar trabajando por un Perú mejor y diferente al que estamos conociendo por culpa de la violencia y del descuido que se advierte en los gobernantes para mantener el orden público y dar seguridad a todos.
Marchas por la «paz», solo se le puede ocurrir a los fujiburros y demas escoria que desea preservar un sistema putrefacto, inmoral y decrepito.