Por: Carlos Meneses

Argentina tiene que pagar los errores de sus gobernantes, como lo hizo Perú el año 90, Chile durante el gobierno de Salvador Allende y todo aquel que procede en hacer una economía que no sea compatible con las realidades del mundo actual.

Lo que pasa ahora con Argentina ocurrió también con Perú, en el primer gobierno del presidente Alan García y no fue distinto cuando Allende gobernaba Chile. Lo que ocurrió en los 3 países fueron errores de gobierno que terminó pagando la población en general, como es el caso de la crisis que confrontan ahora el régimen recién llegado del presidente Milei. Hay fundados temores de que otras naciones puedan seguir caminos semejantes con la misma consecuencia que tuvimos peruanos, chilenos y argentinos por elegir mal a gobernantes que se equivocaron en sus visiones de futuro.

Por eso es bueno atender el llamado de quien siendo excelente literato no tuvo compañía cuando se metió en política procurando llegar a la Presidencia de la República que perdiera ante Alberto Fujimori.

Caro es el precio que se tiene que pagar por las consecuencias que sufre la economía de los pueblos cuyos gobernantes inician una carrera inflacionaria y equivocada. Hay que tener los pies sobre el piso y no querer inventar la pólvora como lo pretendió hacer, en su momento, la Unión Soviética y sus aliados; por eso en una hora crítica es conveniente que el mundo entero apoye a la Argentina para sanear su economía y recuperar las bondades que en algún momento tuvieron.

Es un camino difícil, pero necesario de recorrer como penitencia por el equívoco y como advertencia para los demás que todavía creen posible un sistema de gobierno que es riesgoso y contrastante con realidades.