Por Jorge Turpo Rivas

El especialista en seguridad, Guido Del Carpio, sostiene que el reto de las autoridades es evitar que el crimen organizado siga ganando terreno como ocurrió en Trujillo. Mientras que el jefe del CORESEC, José Briones, insiste en reforzar la investigación criminal con más personal.

2023 MARCADO POR ASALTOS Y SICARIATO

El año que acaba quedará marcado por el avance del crimen organizado en Arequipa. Tres casos de sicariato en diciembre y los asaltos a mano armada de los últimos días, revelan que la inseguridad crece y no se implementan acciones efectivas de parte de las autoridades.

En ese contexto, algunos especialistas y autoridades sostienen que el 2024 debe ser declarado como el año de la seguridad ciudadana. Pero, más allá de la parte declarativa, se busca que sea un compromiso de acción y medidas para devolver la tranquilidad a los ciudadanos.

Guido del Carpio, experto en temas de seguridad, sostiene que el próximo año no debería haber otra prioridad que la seguridad ciudadana, porque si avanza el crimen organizado la calidad de vida en Arequipa se deteriorará y, entre otras consecuencias, se alejarán las inversiones y se afectará el turismo.

“Sin duda que el gran desafío para el 2024 es tratar de recuperar la seguridad que teníamos. No hay otra prioridad. Y no sólo en Arequipa, este debería ser un tema a nivel nacional, no podemos seguir dejando que las bandas criminales tomen la ciudad y el país”, dijo Del Carpio.

El crimen ocurrido el último fin de semana, en el patio de comidas de un centro comercial en Trujillo, conmocionó al país. Un sicario asesinó al presunto integrante de una banda criminal sin reparar que en el lugar había niños y familias enteras.

“Esos hechos criminales son traumatizantes para los ciudadanos y revelan el grado de degradación social al que estamos llegando. Todo ocurre ante la inacción de las autoridades que teniendo los recursos no los destinan para combatir el crimen”, señala Del Carpio.

Agregó que, si Arequipa no se fija como meta de corto plazo desarticular las bandas criminales, corremos el riesgo de que los delincuentes ganen la batalla y logren tener hasta zonas liberadas como ocurre en algunos distritos de Trujillo como El Porvenir.

“En estos momentos no hay nada más importante en Arequipa que la seguridad ciudadana. Todas las autoridades deberían entenderlo así y empezar a tomar acciones. Se habla mucho de mejorar las labores de inteligencia de la Policía, pero nadie dicta medidas concretas o se destina mayor presupuesto”, apunta el especialista.

MÁS POLICÍAS

Por su parte, el secretario técnico del Comité Regional de Seguridad Ciudadana (CORESEC), Crnl (r) José Briones, coincidió en que la prioridad en la región debe ser combatir el crimen organizado y que esa tarea debe ir acompañada de la investigación criminal.

En tal sentido, dijo que hoy o mañana se conocerá la decisión del comando policial sobre el personal egresado de la Escuela de Suboficiales de la Policía en Charcani, es decir si se quedan o son trasladados a otras regiones.

Las autoridades arequipeñas, encabezadas por el gobernador regional, Rohel Sánchez, han solicitado al Ministerio del Interior que los 216 suboficiales se queden en Arequipa a cumplir su servicio y al menos unos cien serían capacitados en investigación criminal y reforzarían la labor de la DIVINCRI.

Briones señaló que el gobierno regional está dispuesto a financiar la capacitación y así contar con una mayor cantidad de efectivos preparados para la desarticulación de bandas criminales.

Los alcaldes distritales también se sumaron al pedido. Cabe recordar que, en el 2024, las municipalidades podrán disponer hasta el 20% del presupuesto del canon minero en mejorar el servicio de seguridad ciudadana.

Algunos alcaldes, como el provincial, alistan la compra de cámaras de seguridad. Víctor Hugo Rivera anunció que en febrero lanzará la licitación para la adquisición de 700 cámaras de video-vigilancia. Además, construirá una nueva sede para el personal de serenazgo en un terreno ubicado en la prolongación de la avenida Los Incas. Ambos proyectos están valorizados en 9 millones de soles.

Guido del Carpio, indicó que la compra de equipos debe ir acompañada de una mejor selección y capacitación del personal de serenazgo para obtener resultados.

“Las cámaras y los patrulleros ayudan mucho, pero es finalmente el personal el que interviene a los delincuentes, y si no están debidamente capacitados no servirá de mucho darles todas las herramientas”, dijo.