Feliz Año Nuevo
Por Carlos Meneses
Que Dios tenga piedad para con quienes sufren pobreza y con juventudes sin perspectivas de trabajo. En todo caso, los peruanos tenemos fe en que podremos superar los difíciles momentos del año que hoy termina.
En el último día de un año que no fue bueno para el Perú, debemos desear que el 2024 sea diferente y, en todo caso mejor, de lo que fue el 2023, pues hay condiciones ideales para esperar que un año pre electoral traiga al país un destino mejor.
Efectivamente, el 2023 empezó bastante mal, con mucha violencia, con desaciertos gubernamentales y con un persistente afán de no descentralizar el país y de castigar con maltratos, especialmente, a la zona sur. Eso no debe repetirse y es de confiar en que las promesas del gobierno de Dina Boluarte se puedan cumplir en el 2024, permitiendo la independencia de poderes y abandonando políticas equivocadas que se observaron en el 2023.
No podemos menos que desear que el año que mañana se inicia tenga características diferentes al que estamos superando y que disminuya la pobreza, crezca la inversión y que el Fenómeno de El Niño sea menor en sus consecuencias para la región norte, con disminución de sequía en el sur y un cambio en la mentalidad y liderazgo.
Especialmente deseamos que no persistan más los desencuentros entre gobierno y ciudadanía y que se garantice la realización feliz de un cambio democrático que se espera para el 2026 y que todos anhelamos que ocurriera antes del vencimiento del régimen que presidió Pedro Castillo y del cual fue vicepresidenta la actual gobernante.
Queremos paz en el mundo y mejora en el Perú, tenemos también confianza en que la suerte nos será favorable en el quehacer regional, provincial y distrital de nuestra querida Arequipa.
Ojalá se recompongan los cuadros directivos institucionales, que menos gente esté desempleada y que los recursos de asistencia estatal lleguen a los peruanos que hoy viven de ellos con limitaciones, que se reduzca la delincuencia, es otro de los deseos generales.