Por Orlando Cáceres V.

El alcalde de José Luis Bustamante y Rivero, coronel (r ) Fredy Zegarra Black, señaló que alrededor de doce mercados en la plataforma comercial Andrés Avelino Cáceres podrían cerrar sus puertas en los próximos días si identifican que no regularizaron la documentación que les faltaba para expender sus productos.

El edil detalló que algunos locales (como Mi Mercado y 4 de Agosto) fueron cerrados temporalmente; dado que, carecían de la licencia de funcionamiento, certificado de Inspección Técnica de Seguridad en Edificaciones (Itse), entre otros. Pese a que los reaperturaron porque los comerciantes acordaron regular este tema con la comuna, Zegarra Black detalló que este plazo se cumple en los próximos días.

Cuando Fredy Zegarra iba en compañía del personal de Fiscalización de su jurisdicción a clausurar estos lugares, los comerciantes reclamaban airados por el cierre. Sin embargo, con el paso de los días, eran reabiertos si estos mostraban la intención de formalizarse. 

“Pidieron plazo para regularizar. Nosotros hemos cerrado varios mercados y varios se comprometieron a formalizarse (…) Este mes verificaremos que hayan subsanado las observaciones. De no hacerlo, volveremos a cerrarlos”, comentó el edil.

La autoridad municipal también mencionó que en los próximos días acudirán los inspectores a corroborar que los comerciantes hayan subsanado las observaciones pendientes de superar. De no hacerlo se convocará al personal de Serenazgo y la Policía Nacional para clausurar el centro de abastos en cuestión.

SIGUEN CLAUSURADOS

Cabe precisar que, de los mercados que se intervinieron este año, dos permanecen cerrados. Se trata de los centros de abastos Virgen de Chapi (sin licencia de funcionamiento, certificado ITSE ni autorización para construcciones) y Virgen de Copacabana (donde ofrecían animales vivos).

De acuerdo con el alcalde, ninguna de las directivas de estos mercados mostraron la intención de regularizar la situación que mantienen con la comuna.

AMBULANTES

A su vez, el burgomaestre detalló que otro problema en la zona que se agudizó por Año Nuevo fue la proliferación del comercio ambulatorio. Pese a que desarrollaron esfuerzos para controlar esta situación, Zegarra Black comentó que llegaron a más de 20 mil en este sitio. Varios puestos, incluso, pertenecían a algunos vendedores con ‘stands’ en los centros de abastos formales del lugar.

Para evitar una mayor cantidad de estos vendedores que dificultan el paso de la población y los vehículos, señaló que están articulando un plan de fiscalización.