Por Jorge Turpo Rivas

El abogado de las víctimas y heridos, Arturo Salas Vildoso, indicó que el presunto autor de la muerte de Miguel Arcana es un suboficial de la Policía que ya ha sido plenamente identificado .

FISCAL CARMEN RONCAL A CARGO DEL CASO

A un año de las protestas contra el gobierno de la presidenta, Dina Boluarte, que dejaron más de 50 víctimas en diferentes regiones del país, las investigaciones avanzan y se van determinando responsabilidades de los posibles autores.

En el caso en Arequipa, se ha logrado determinar la presunta responsabilidad de un efectivo de la policía en la muerte de Miguel Arcana, de 38 años, ocurrida en el cono norte de la ciudad.

Arturo Salas Vildoso, abogado de la familia Arcana, informó que la Fiscalía ya cuenta con los elementos de convicción necesarios para determinar que un suboficial de la Policía fue quien disparó su arma de fuego contra Arcana provocándole la muerte.

“Están las imágenes y las pericias realizadas, así que entendemos que en los siguientes días la Fiscalía puede solicitar incluso la prisión preventiva contra este efectivo como ocurrió en Cusco con la muerte del estudiante Rosalino Florez, donde se ha dispuesto 18 meses de prisión preventiva contra el suboficial, Joe Torres Lovón, presunto autor del crimen”, dijo Salas.

Como se recuerda, en Arequipa hubo tres víctimas: dos en los alrededores del aeropuerto Alfredo Rodríguez Ballón y una en la localidad de Chala en Caravelí.

Las personas que murieron en el cono norte fueron Miguel Arcana y su sobrino Jhan Carlo Condori Arcana. Mientras que en Chala murió Xavier Cándamo da Silva.

“En el caso de Miguel Arcana es donde se estableció que la muerte fue a consecuencia de un proyectil de arma de fuego y el presunto autor es un suboficial de la Policía”, dijo Salas Vildoso.

Recordó que en su momento se buscó estigmatizar a Arcana y hasta se trató de justificar su asesinato por el hecho de que tenía antecedentes judiciales.

“Cierto, él estuvo recluido en el penal de Socabaya, pero gracias a su buena conducta había logrado su libertad condicional y se estaba reinsertando a la comunidad, además el hecho de tener antecedentes no te resta ningún derecho, menos el de la vida”, comentó el abogado.

La tragedia para la familia Arcana fue mayúscula porque después del deceso de Miguel se sumó la de Jhan Carlo Condori Arcana, su sobrino. Y ocurrió en similares circunstancias cuando participaba de las protestas contra el gobierno.

En cuanto a la muerte de Xavier Cándamo, el abogado señaló que también se ha establecido que fue por impacto de bala, pero falta determinar al presunto autor.

“Lo que se dijo en su momento fue que le dispararon porque aparentemente tenía la mecha de un cartucho de dinamita en la mano, pero se ha establecido que era el cable de su cargador de celular. Encima se dejó abandonada su mochila en la escena del crimen que habría ayudado a esclarecer que no cargaba dinamita como se dijo”, explicó Salas.

Las investigaciones de parte del Ministerio Público están a cargo de la fiscal Carmen Roncal Mestanza, quien ha podido darle cierta celeridad a las diligencias que estuvieron prácticamente paralizadas varios meses después de las protestas.

Salas Vildoso, asumió la defensa de los familiares de las víctimas y heridos a nombre de la Asociación Solidaria Perú de la cual es director ejecutivo. Se trata de una asociación sin fines de lucro que promueve la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la corrupción.

“En este proceso no sólo se busca determinar las responsabilidad civiles y penales de los directos responsables de las muertes, sino también establecer quiénes dieron las órdenes del uso de la fuerza que provocaron la muerte de tantos peruanos”, indicó Salas.

Asimismo, agregó que en el caso de los familiares de las víctimas y de los heridos, se busca una indemnización de parte del Estado.

De otro lado, se supo que algunas organizaciones sociales del Cono Norte han anunciado una movilización para el próximo 20 de enero en conmemoración del primer año de las protestas contra el gobierno de Dina Boluarte.