Por Jorge Turpo Rivas

Exigen a la gestión del alcalde provincial, Víctor Hugo Rivera, tomar una decisión sobre el Plan de Desarrollo Metropolitano.

LA PLANIFICACIÓN URBANA SIN RUMBO

La actualización del Plan de Desarrollo Metropolitano (PDM) continúa entrampada y sin señales de una decisión política que agilice su aprobación. La mayor demostración de esa situación es que el alcalde provincial, Víctor Hugo Rivera, no decide aún si le quitará o no la competencia al Instituto Municipal de Planeamiento (IMPLA) para que siga adelante en la elaboración del documento final del PDM.

Rivera, en entrevista con El Pueblo, mostró su malestar con el gerente del IMPLA, Víctor Dibán, por el poco o nulo avance en la actualización del PDM. Si bien descartó desactivar el IMPLA, el alcalde dijo que está en evaluando si el PDM pasa a la Gerencia de Desarrollo Urbano, pero no hay una decisión tomada.

Patricia Prieto, abogada especialista en saneamiento de la propiedad y planificación urbana y rural, sostiene que se perdió un año en idas y venidas respecto al plan y lo más sensato es que el alcalde decida dejar la competencia en el IMPLA.

“Durante los últimos seis meses, el IMPLA sí estuvo trabajando el PDM, por eso creemos que darle la competencia a Desarrollo Urbano para que recién tome conocimiento es inviable y generaría más retrasos. Lo que se le debe requerir al gerente del IMPLA son plazos específicos, porque ya no podemos estar así”, apuntó Prieto.

La importancia del PDM recae en que a partir de ese documento se puede determinar las zonas de expansión urbana de la ciudad.

Todo quedó entrampado desde la gestión del exalcalde, Alfredo Zegarra, quien elaboró el documento con una consultora española y al final se descubrió que hubo corrupción y la exautoridad fue sentenciada.

Al momento continúan las indecisiones sobre el cambio o no del uso de tierras, sobre todo, en predios agrícolas.

El PDM, explica Prieto, tendría que sincerar el uso de la tierra en diferentes distritos de la ciudad.

“Por ejemplo, en todos los alrededores de la Plataforma Comercial Avelino Cáceres, por la zona de la prolongación de la Av. Vidaurrázaga, en el documento vigente se dice que son predios agrícolas y en el mapa aparecen verdes, pero eso ya no existe, ahora están ocupados. El PDM debe sincerar el uso real de esos espacios”, dijo.

La especialista propone también que, si queremos preservar lo que queda de campiña, se tiene que llegar a un acuerdo con los agricultores para ver en qué condiciones se les otorga algún incentivo o se les compra sus predios para que sean parques zonales.

“Si se trata de garantizar el tema paisajista se tiene que entrar a planificar una retribución a los agricultores por ese servicio ambiental que brindan, gratuito no puede ser. Tenemos que escuchar a los agricultores dueños de la campiña y a las juntas de usuarios de riego, debemos incluirlos en esta planificación”, comentó.

Mientras tanto, desde la gestión de Rivera, todavía no se define qué ocurrirá a corto plazo con la actualización del PDM. El principal riesgo es que no se llegue a un acuerdo por consenso y su aprobación se postergue indefinidamente.

“Necesitamos que el PDM no sea cuestionado judicialmente y esto lo tenemos que desarrollar este año, pero este tipo de indecisiones sólo generan más retraso”, dijo Prieto.

Sin ese documento, no se puede hacer una planificación urbana adecuada y tampoco definir qué sucederá con las invasiones de tierras del Estado en diferentes distritos. Se genera otro problema para la inversión del sector inmobiliario que hace años están en la incertidumbre de promover proyectos habitacionales en ciertas zonas de la ciudad.