Misión Peregrine fracasa, sus restos se desintegrarán al entra a la atmósfera terrestre

La cápsula, valorizada en 108 millones de dólares, transportaba restos de políticos y celebridades hacia la Luna.

La misión lunar Peregrine I de Astrobotic Technology, enfrenta un revés crucial por una falla en su sistema de propulsión. Diseñada junto a la NASA para realizar el primer aterrizaje suave en la Luna desde 1972, la falta de combustible ha dejado a la cápsula varada en el espacio. Ante esto, se ha decidido dirigir su desintegración controlada en la atmósfera terrestre para prevenir posibles complicaciones en futuras misiones.

La cápsula lunar Peregrine I despegó de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida, Estados Unidos.

La iniciativa valuada en 108 millones de dólares, buscaba ser el primer viaje comercial hacia el satélite natural. Por contrato de la empresa Celestis y Elysium Space, se transportaban las cenizas de actores de la serie ‘Star Trek’ y el escritor británico Arthur C. Clarke, y muestras de ADN de los presidentes George Washington, Dwight Eisenhover y John Kennedy. Se transportaba restos de casi 90 personas, entre políticos y celebridades, para realizar una especie de “entierro lunar”.

La carga científica de la NASA a bordo de la sonda Peregrine estaba diseñada para realizar investigaciones de la localización de moléculas de agua, la medición de radiación y gases, y la evaluación de la exosfera lunar. Esta misión se destacaba por la inclusión de cinco instrumentos propiedad de la NASA, así como quince instrumentos de diversas instituciones científicas y universidades de México, Japón, Alemania, Reino Unido y Hungría, evidenciando la colaboración internacional en la investigación lunar. La relevancia de estos análisis va más allá de la misión Peregrine en sí misma, ya que los datos recopilados contribuirán al conjunto de instrumentos Lunar-VISE, programados para aterrizar en los domos de Gruithuisen en 2026.

Sobre la misión

De las 20 cargas útiles que Peregrine llevará a la Luna, cinco son instrumentos científicos de la NASA; el resto provienen de una amplia variedad de clientes

La misión lunar Peregrine I, lanzada el 8 de enero de 2024 desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, tenía como objetivo principal realizar un alunizaje o «aterrizaje suave» en la Luna. El aterrizaje estaba previsto para el 23 de febrero de 2024, seguido de un periodo de unos 10 días terrestres para que el módulo pudiera llevar a cabo distintas operaciones. Era la primera vez que se vendían espacios a privados como por ejemplo, Celestis y Elysium Space pagaron para depositar cenizas y muestras de ADN, tanto de expresidentes americanos, como cenizas de los creadores o actores de la popular franquicia de ciencia ficción Star Trek.

Construida por Astrobotic Technology, una empresa privada de Pittsburgh, Pensilvania, la cápsula de aterrizaje lunar, de 1.9 metros de alto y 2.5 de ancho, contaba con motores y propulsores para maniobras durante el viaje y en el descenso lunar. El lanzamiento exitoso, a bordo del cohete Vulcan de United Launch Alliance (ULA), se vio afectado por una falla en el sistema de propulsión, generando una pérdida continua de combustible y descartando la posibilidad de cumplir el objetivo inicial de alunizar.

La Nación Navajo percibe la Luna como un componente esencial de su cosmovisión y espiritualidad, este revés se interpreta como un alivio.

Para la Nación Navajo, el fracaso de la misión Peregrine I representa una especie de milagro. La oposición abierta de la comunidad navaja al envío de cenizas humanas y restos a la Luna, considerado una profanación de su sagrado satélite, ha encontrado un respiro en el revés sufrido por la cápsula lunar


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