La triple carga de la malnutrición en el Perú
Por Delia Haustein
Factores diversos-estructurales, políticos, económicos y culturales– hacen que la alimentación de los peruanos sea deficiente y enfrentemos, además del hambre y la inseguridad alimentaria que afecta a casi la mitad de la población, la llamada “triple carga de malnutrición”, que comprende el incremento de la desnutrición infantil, altos índices de anemia y un aumento de la obesidad y sobrepeso.
La desnutrición infantil significa una menor capacidad del niño cuando llega a ser adulto, que lo convertirá en un recurso humano poco productivo. Según el Instituto Nacional de Estadística e informática (INEI), al primer semestre del 2023 la desnutrición crónica infantil (DCI) alcanzó el 11.1% a escala nacional, con mayor prevalencia en el ámbito rural (21%), lo cual triplica al ámbito urbano (7.5%). Estos niveles se alcanzaron luego de muchas décadas de trabajo.
La DCI no figuraba en la agenda pública y solo algunas ONG trabajaban el tema de manera enfocada, pero cuando se formó la Iniciativa de Lucha contra la Desnutrición Crónica Infantil (IDI), impulsada por estas ONG ,se comprometió al Gobierno a trabajar en acciones que habían demostrado ser efectivas para evitar la desnutrición en menores de cinco años, lo que permitió obtener buenos resultados entre el 2006 y el 2010.
Por otro lado, la anemia sigue siendo elevada en niños y mujeres en edad fértil (15 a 49 años). Según la ENDES 2023 al primer semestre, la anemia en niños de 6 a 36 meses no ha variado en estos años y se mantiene en 43.6% (40% a nivel urbano y 50% a nivel rural). La anemia en mujeres en edad fértil se mantiene alrededor de 18%.
Igualmente, se advierte el incremento del sobrepeso y la obesidad en la población en general, lo que representa factores de riesgo para sufrir enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión arterial y cáncer, que generan altos costos para las familias y nuestro sistema de salud. Se estima que la mitad de la población tiene sobrepeso y/o obesidad. Según la ENDES 2022, el 65% de mujeres en edad fértil presenta sobrepeso u obesidad, generada por la mala dieta, alta en carbohidratos, azúcares y sal, y bajo en frutas y verduras frescas.
Desde PERUSAN, iniciativa de la sociedad civil que busca contribuir al logro de la seguridad alimentaria y nutricional en el país, proponemos actuar frente a los factores implicados en esta crisis con acciones como: 1) Desarrollar “un perfil de política nacional de seguridad alimentaria y nutricional que ponga como eje la alimentación saludable y la nutrición de la población y no los vaivenes del mercado; 2) Transformar el sistema alimentario dominante hacia uno más sostenible, basado en el apoyo a la agricultura familiar y la pesca artesanal; 3) Lograr que el Estado asuma la seguridad alimentaria y nutricional como prioridad en la agenda nacional; y 4) Respuesta urgente a la crisis alimentaria actual, apoyando la atención y la coordinación con los esfuerzos que ya realiza la población para el acceso a alimentos por medio de las ollas comunes y comedores populares, asignándoles un presupuesto adecuado para una dieta suficiente y saludable.