Brasil recomienda a turistas no viajar a Machu Picchu
El Gobierno brasileño emitió un comunicado donde recomienda a sus turistas no viajar a Machu Picchu. Ello, debido al bloqueo de la atracción turística desde hace cinco días por protestas y por una huelga de los habitantes de la región.
El país “orienta a los turistas brasileños que están en Perú a no intentar ingresar en el distrito de Machu Picchu hasta que no se supere el contexto de huelgas y protestas”, informó la Cancillería.
La nota agrega que las visitas a las famosas ruinas arqueológicas deben ser evitadas incluso por las vías alternativas, como el llamado Camino del Inca, el cual es un conocido sendero de excursionismo que conduce hasta Machu Picchu.
De acuerdo con la Cancillería, la Embajada de Brasil en Perú también orienta a los turistas que ya están en Aguas Calientes, poblado desde el que se tiene acceso a Machu Picchu, que eviten desplazamientos innecesarios y que entren en contacto con las entidades del Gobierno peruano que están ofreciendo la evacuación.
Según el comunicado, las protestas y huelgas que se registran desde el pasado jueves han comprometido la prestación de los servicios a los turistas, incluyendo el viaje en tren hasta Aguas Calientes, que es la principal forma de acceso al Santuario Histórico.
«No hay por ahora previsión de restauración del servicio de transporte ferroviario», asegura la Cancillería.
Los huelguistas se oponen a la decisión del Gobierno peruano que le concedió los derechos de la venta de la totalidad de las entradas virtuales a Machu Picchu a una empresa privada.
El Gobierno alega que la antigua plataforma de venta directa de entradas no se contabilizaban hasta 80 000 boletos al año, lo que representaba una pérdida anual de hasta 1,9 millones de dólares.
Los pobladores de Machu Picchu exigen que la medida se aplique para favorecer la llegada de turistas nacionales como parte de la reactivación de esa localidad de la región sureña de Cusco tras el duro impacto económico causado por la pandemia de la Covid-19.
A espaldas de la población y sin establecer mesas de diálogos previas, el Ministerio de Cultura otorgó la venta de entradas a Machu Picchu y el Camino Inca a la empresa Joinnus, lo que despertó el descontento de los locales.