Desde hace dos semanas, algunos comerciantes han colocado una serie de juegos para niños en la avenida Nicolás de Piérola, justo frente a los edificios de Valle Blanco ubicados en Cerro Colorado. Este espacio, destinado originalmente para el estacionamiento de taxis y ubicado a escasos metros de un grifo, ahora se ha convertido en un improvisado y riesgoso parque de diversiones causando preocupación entre los vecinos, quienes también son perturbados por la contaminación sonora

Ante el riesgo que representa esta situación en una vía de alto tránsito, los residentes han acudido a la municipalidad de Cerro Colorado en busca de una intervención preventiva. Consideran que la presencia de un inflable y otros juegos en un área no diseñada para tal fin supone un peligro latente, considerando que se encuentra a escasos metros de un grifo.

Sin embargo, la falta de respuesta de las autoridades locales ha generado descontento entre los todos. Giancarlo Alonso Torres, subgerente de Licencias, ha admitido que la municipalidad no otorgó permiso para estas actividades, pero argumenta que tienen limitaciones para intervenir. Temen que retirar los juegos pueda resultar en acciones legales por parte de los organizadores, lo que refleja una falta de voluntad para proteger a los ciudadanos y cumplir con sus funciones de fiscalización.

Esta situación deja en evidencia la necesidad de una mayor atención por parte de las autoridades de la municipalidad de Cerro Colorado en la protección de los espacios públicos y la seguridad de los vecinos. En lugar de esperar a lamentar accidentes, es fundamental que se tomen medidas preventivas para garantizar la tranquilidad y el bienestar de la comunidad de Valle Blanco.