Por : Jorge Delgado – RERUM NOVARUM

La pasada semana nombraron al Ing. Rómulo Mucho como Ministro de Energía y Minas, y dijo que el Proyecto de Tía María ¡Va!

Tenemos definitivamente una posición con respecto a la minería, fuente de ingresos y de trabajo, pero este proyecto ha tenido una serie de fallas, corrupción y falta de empatía hacia la población, que en este momento es inviable.

El Grupo México dueño de Southern Perú y Germán Larrea, tienen un historial de desastres contra el medio ambiente. Se pueden buscar tranquilamente en internet y no son uno, son varios, de los cuales hay unos tres muy graves.

En un primer momento, los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto minero tuvieron una serie de observaciones, que en esta ocasión habría que comprobar si están subsanadas todas. Pero acá hablamos del papel que “aguanta todo”, como se dice popularmente. Otra cosa es cuando empiece la operación, se vea que son procedimientos reales y sirven ante un imprevisto.

Es decir, el Grupo México como empresa que proteja el medio ambiente deja mucho que desear, por mencionar al “jugador” más importante de que el proyecto se lleve a cabo.

El otro “jugador”, el Estado peruano, hoy en día,  con el Ejecutivo, Legislativo y Poder Judicial, todos estos poderes son seriamente cuestionados, siendo el principal problema, la corrupción. Preguntamos ¿Protegerán los intereses del ciudadano peruano? O, los “jugadores” verán su propio interés, dejo libre su opinión.

Y lo más triste, los dirigentes que lideraban la defensa de los pobladores del valle de Tambo, hoy en la cárcel por corrupción. Encima el “Inconsciente colectivo”, la falta de conciencia ciudadana, la falta de comunicación real, acuerdos, etcétera, hacen que el proyecto a la fecha sea no viable.

Pero es mucho más inviable aún, porque la posición del lugareño, errada o no, en su mayoría es “Agro sí, mina no”. Así que, para llegar a ese famoso pacto social, el Ing. Mucho tiene que comenzar a dialogar desde ahora, para que haya la mínima posibilidad de que se pueda llevar a cabo.

Desde otro punto de vista, si la minería en el Perú fuera causa de un evidente cambio en el desarrollo económico, social y político, por hecho generador de impuestos, contribuciones, canon, pues que siga adelante.

Pero, ¿hay un cambio notable que ha producido la minería en el Perú? Fuera de las confrontaciones sociales, que sí son notables, no lo vemos hasta ahora. A quienes ha favorecido es a los dueños de las minas y a toda la política corrupta. Pero al ciudadano, no, por lo menos, reiteramos, no lo vemos.

La minería en un país en “desarrollo” como el nuestro, debe dejar recursos para que las actividades primarias se puedan desarrollar y alcanzar un desarrollo tecnológico para dar valor agregado a lo que se produce.

El cobre, a decir, es un recurso no renovable, y quieran o no quieran reconocerlo, causa impacto ambiental. Basta salir a la carretera que va por Cerro Verde al 48, resalta el relave minero que es tierra muerta. Así, hay mucho por trabajar.