HOY CONOCÍ EN EL MUNDO GENTE MARAVILLOSA

Volver a nacer significa no solo asumir un compromiso de cambio, significa cambiar, significa en lo más profundo de su connotación ser uno mismo por primera vez desde hace mucho tiempo.

No hay tiempo para perder, toda experiencia pasada es una razón para creer, cada error del pasado siempre representará una nueva oportunidad de desarrollo presente y si te equivocaste muchas veces o si te lastimaron de forma brutal e inmisericorde ¡enhorabuena!, en virtud de tu aprendizaje de bienestar personal tendrás mayores opciones de desarrollo en los tiempos venideros.

Por Juan Manuel Zevallos Rodríguez – Psiquiatra y Magister en Salud Mental del Niño Adolescente y Familia.

Ahora te irá bien, tenlo por seguro. A lo largo de muchos años has construido un arca llena de lecciones inolvidables, muchas veces envueltas en llantos y dolor, otras veces cubiertas por esperanza y amor. Esas lecciones que te costaron tantas lágrimas ahora te darán la oportunidad  de vivir una existencia plena. Hoy es el tiempo nuevo en que los campos de tu mente darán a luz hermosos pensamientos de gozo y dicha personal.

Tenemos un potencial inmenso en nuestro interior. Ha llegado el momento de ser uno mismo con cada experiencia vivida. Nuestro arte de crear nos brindará las ideas necesarias para sacarle el mayor provecho a lo realizado y el sentido de amor y proactividad le dará un significado de bien a cada nuevo momento. Este es el secreto de aquel que se alegra por todo lo que le sucede: extraer el zumo de las experiencias ya sean positivas o negativas y degustarlas con placer.

La vida está llena de tantos momentos imperecederos que podrían llenarse bibliotecas completas con las evocaciones de cada persona, pero esos recuerdos se hallarán siempre vacíos si no les adjuntamos un significado emocional. Entonces yo vengo y te pregunto ¿cuál sería el mejor significado emocional para el concepto “mi vida”?

De seguro que estamos de acuerdo, “mi vida siempre ha sido lo mejor”. Eso significa que adjuntarías a cada recuerdo una emoción positiva y por ende un significado de bien o aprendizaje que con el paso del tiempo irá generando fortaleza sentimental y entrega social.

No aceptar la vida, rechazar los recuerdos y evocaciones, es un nuevo acto de agresión personal que no podemos darnos el gusto de desarrollar día a día bajo la pena de seguir sufriendo por un tiempo indefinido. Amar cada momento de la existencia es un reto ineludible e irrenunciable que debiéramos de aceptar en el menor tiempo posible. Cada día que pase nuestra existencia atiborrado por juzgamientos negativos genera más pena y dolor que se sumarán innegablemente a aquellos años de miseria que hemos pasado ya sea por culpa propia o por necedad de otros.

Si alguna vez nos impusieran un dolor no volvamos nuestra vista a dichos actos ya que lo único que lograremos es volver a llorar. Preguntémonos en un solo segundo ¿qué puedo extraer de bien de esta experiencia? y luego alegrémonos de seguir vivos y de haber cosechado una nueva lección para nuestro libro virtual de amor.

No vale la pena echar a perder la vida por aquellos recuerdos mal construidos en nuestra mente por las llagas de la tragedia y el sufrimiento. Las experiencias de drama nunca serán eternas salvo que cada uno de nosotros quisiera eternizarlas en su mente y en el tiempo y por consiguiente volverlas “un acto de tragedia personal”.

Recuerda: tú estás aquí para vivir grandes cosas. No te resignes a la oscuridad de “aquellos años de tu vida” y degusta con placer las nuevas oportunidades del presente. ¡Agradécele a la vida el milagro del latir constante de  tu maravilloso corazón! La vida siempre te ha dado oportunidades para gozar del paraíso de la creación y para sentir las más bellas emociones cuando llevas a cabo actos de bien y de entrega por tu comunidad.

Al final de todo, contemplando este precioso atardecer, no podré dejar de repetir sin mención de error ¡lo has hecho muy bien!, ¡ahora puedes hacerlo mejor!

Ahora ya no tiene valor alguno juzgar a otro o de juzgarte. En este momento has erradicado de tu jardín mental la mala hierba del fracaso, del etiquetamiento de personas y de la minusvalía mental. Has construido con valor un nuevo concepto llamado amor por cada momento de tu vida y ese solo acto es realmente maravilloso en sí.

La lluvia del afecto constructivo está llenando de esperanza cada momento que has decido vivir. El concepto de adiós ya no existe porque has hecho las paces con tu vida y con el tiempo. Has comprendido que cada ser humano es único, es temporal en su mundo personal y que es eterno a la vez en el universo social.

Has alcanzado a tocar las luces de bienestar y el cielo se ha despejado. Las tormentas emocionales te han dado regalos de madurez emocional y ahora contemplas tu historia de vida con los ojos de aquel que ha crecido en dicha, aprendizaje y amor.

Hemos vuelto a sentir que tenemos el don de gobernar nuestras vidas. Hemos vuelto a sentir el gozo de elegir en libertad amar y no odiar. Somos triunfadores y para alcanzar este momento hemos necesitado toda una vida. Cada acto, pensamiento y sensación percibida han cobrado de pronto un significado distinto en el mundo de lo que es y lo que no es y ahora son luces y pilares de nuestra existencia.

Hoy hemos desterrado de nuestras vidas el concepto de la existencia limitada, somos ahora creadores imperecederos de noticias de bienestar y de senderos de éxito. El pasado ha quedado enterrado, las raíces de nuestro presente se están alimentando de su savia y pronto darán frutos nobles de gozo y comprensión.

Me alegra que sonrías. Recuerda: una sonrisa es el acto más personal del dar.

Me has contado tu historia sin desear contármela y, ¿ya ves?, había sido siempre una historia de hadas. Los finales felices existen, pero este final es a la vez el inicio de una nueva vida.

Aquel que ha vuelto nacer como el Ave Fénix no solo cree en sí mismo, cree también en los que le rodean y no les tiene miedo, les comprende y respeta, les desea siempre lo mejor y clama porque un día hallen la luz de la constancia y el amor aquellos que se extraviaron.

Tú nuevo ser se siente contento por vivir, contempla todo aquello que le rodea y se siente a plenitud, descubre el mundo de nuevo en cada paso que da y da gracias por esta nueva oportunidad. Esta es la única verdad, lo demás solo fueron brumas, nada más.